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01/03/2023Así la sentimos y así lo vivimos. Este sábado 25 de febrero, Queralt Lahoz cerraba el ciclo de ‘Pureza’ en una sala Paral.lel 62 llena hasta la bandera.
Queralt Lahoz es del barrio de Los Olivos en Santa Coloma de Gramanet, donde emigró gran parte de su familia de Granada y donde aprendió a hablar al mismo tiempo que le cantaba a su abuela, María La Molinera. Tras muchos años de cocinar a fuego lento, en 2019 estrenó su primer EP ‘1917’ hecho de raíces y de memoria histórica.
En su trabajo ‘Pureza’ (Costa Futuro) publicado en 2021, la colomense presenta su primer largo, un disco donde la tradición flamenca se funde con el vanguardismo urbano, con honestidad y respeto. ‘Pureza’ se mueve y se goza todos los palos, desde una bulería hasta lo urbano y electrónico pasando por lo latino y reggaetonero, pero siempre cruzado por la raíz andaluza, sus orígenes, como punto de partida. Eso sí, esos toques que le da con los arreglitos de r’n’b y del hip hop que no nos falten ;)
Queralt se ha mostrado siempre con fuerza ante la adversidad de lo que significa un proyecto autogestionado y a su misma vez, ha demostrado con fuerza que en la variedad está el gusto, jugando en distintos campos musicales dentro de un hilo conductor que es su voz y su forma de componer e interpretar los temas. Y es que la voz de la Queralita, tiene algo que la hace inconfundible y única.
Tras una gira por todo el país con sus niños Marc Soto a la batería, Pau García a los teclados y Fede Jahzzmvn como DJ, Queralt llegaba a Barcelona con la misma fuerza y pasión que el primer día. ¡Y el mismo vértigo!
Queralt Lahoz arrancó en la Paral·lel 62 como un vendaval. Se abría su cita especial, que se había currado junto a un equipo de profesionales muy a la altura de lo que quería regalar a su público más fiel.
Salió con unas modernas gafas de brilli-brilli, abrigo largo de color azul y un gorro ruso a juego. Y así nos bañó “Con poco” dejando claro algo que tras haberla visto en otros directos podemos corroborar: “nació para los focos”. Tras el primer tema, llegó "Como Puñalá" con el rastro de “Menos faltarle a mi madre” de Pepe Pinto, “Valor” y "Línea 18” - canción que compuso en Cuba - con la guajira tatuada: "A mí me gusta por la mañana, después del café bebido pasear por las Habanas con mi tabaco encendido”.
Ella viene del flamenco y se le nota a leguas, como a Jose Manuel, bailaor flamenco que le acompañó en “Tu boca” con un zapateao que nos quitó el sentido a todxs lxs que allí estábamos y nos los despertó todos a la vez. Tras este primer pellizquito en el pecho, Queralt rindió homenaje a Gata Cattana, rapera y poeta cordobesa y referente del feminismo y la lucha obrera que murió el 2 de marzo de 2017 con 26 años. Así lo hizo también en todos sus conciertos aunque esta vez nos esperaba algo distinto, más profundo. El culto a la Gata empezó con un vídeo de la poeta recitando “Como aman los pobres” antes de cantarle al firmamento “La prueba”. Y cuando parecía que acababa, llegaron de la periferia de Barcelona: Las Ninyas del Corro y sus lengüitas afilás cantando “Jumanji”, con otro guiño dedicado a la rapera: ‘pa' que llore mi mama, llorará la tuya!’.
Cerraba el primer bloque con los temas “Ya no” y “Blade”, la dicotomía de la oscuridad y la luz con una base que mezcla el afrobeat con el trap.
Según avanzaba el concierto los cambios de vestuario la acompañaban a traernos el blanco de su pureza más íntima, que compartiría con un elenco de artistas de gran poderío.
Así fue como nos prestó un ratito “María la Molinera” acompañada de el guitarrista Oscar Soriano y “Si la luna quiere” junto a un bloque flamenco cargaíto de duende y formado por: Daniel Felices, Naranjita de Triana, Ramón Tato, Carmen Cortés y Arnau Alfonso. Llegó también “La misa” y después “El Tiroteo” una reivindicación a todo ese poder que nos envuelve, junto a la bailaora Violeta Barrios, que dejó boquiabiertas a todas las allí presentes.
Esta atmósfera tan auténtica sólo haría reafirmar que lo que mueve a Queralt es la verdad. La pura verdad. Y ahí estuvieron montándola con un “Realejo Beach”, los cantantes El Indio y El Nitro de La Plazuela, con esa sangre granaína que comparten con Queralt. ¡Qué jarana!
Aunque no pudieron estar allí los Califato 3/4 para interpretar “Tó ba a çalih bien mamá”, la colomense se la gozó por todo lo alto antes de traernos la salsa de “Vendavales” y su reivindicativo “De la Cueva a los Olivos” junto a una banda de lujo formada por Ahilyn Bruno y Rita Baulida, congas y timbal del grupo Las Karamba, Alberto Limiñana y Kevin Diaz, bajista y piano de La Sra.Tomasa, Gregori y Albert Costa, trombonista de Nathy Peluso y Compota de Manana.
El vuelo de la Queralt parecía que nunca iba a aterrizar. Llegaba casi el fin del bloque con temas como el reggaetonero “En otro lugar”, “Drogas caras” y “Dame doblones”, ese homenaje a la realidad del barrio y crítica a la industria musical. Parecía entonces que el concierto se cerraría con el muy esperado “Me gusta”, pero sólo era el pistoletazo de salida del fin de fiestas, en que Queralt Lahoz invitó a cada unx de lxs cantaorxs a compartir unas letritas. Así se despidió de la parte más oficial del concierto, arrancando allí una juerga flamenca final que nos conectaba con la pureza de sus orígenes. El orgullo de su barrio, de su abuela, de sus raíces.
Acabado el espectáculo, llegó el momento de celebrar el fin de ciclo con una sesión triple de la mano de sus Dj’s más queridos, manteniendo la Paral·lel 62 abarrotada y entregada a la noche.
Fin del show y fin de gira de la ecléctica Queralt Lahoz, una referente que no se ha cortado en líricas que hacen referencia a la lucha feminista, de clases y a la realidad social. Es con orgullo del orígen desde donde se ha impulsado hacia lo más alto cantando las penas con alegría. Ya dijo en una entrevista que “El flamenco es la celebración del lamento.”
No sabemos con qué nos sorprenderá en un futuro, pero por ahora ya ha llegado al alto cielo. Queralt Lahoz vino a ganar y no a intentarlo.