
Sidonie calienta la noche y Leiva la incendia con un cierre de gira “Gigante” en Barcelona
10/11/2025La Misión comienza: ARTIFICIAL (Nivel 1)
Media hora de espera con el Palau Sant Jordi hirviendo. La expectación era palpable, y el público, 18.000 personas haciendo la ola como un único organismo, se preparaba para el espectáculo. Las luces se apagaron y el viaje comenzó: The Game of Lifetime se iniciaba con una estética futurista que nos metía de lleno en un videojuego.
Katy Perry hizo su aparición suspendida en el centro del escenario, sobre la pasarela con forma de infinito, dando el pistoletazo de salida con ARTIFICIAL. La energía se mantuvo alta con "Chained to the Rhythm", aunque la performance en este tramo se centró más en el show de los bailarines y los gritos de ánimo de la californiana, que demostró su cariño por la ciudad con gritos de "¡Barcelona!" para caldear el ambiente. El primer momento de conexión profunda llegó con "Teary Eyes", cuando Katy compartió un mensaje de vulnerabilidad y sanación: “No tengáis miedo de las lágrimas, porque son para sanarnos”. Un giro repentino y divertido nos recordó que estábamos ante una estrella mundial cuando, antes de arremeter con "Dark Horse", proclamó: “I'm a scorpio bitch”.
El Poder Femenino: WOMAN'S WORLD (Nivel 2)
Tras una cinemática introducción al juego, Katy eligió el nivel WOMAN'S WORLD. El escenario se transformó: los bailarines interactuaban con andamios industriales mientras la estructura del techo descendía y se compactaba en una esfera que se unió con una imponente estatua de mujer que emergió del centro de la pasarela. Fue un momento de ovación y gritos por la igualdad, un manifiesto visual en medio del pop más desenfrenado.
Este nivel se convirtió en un festín de hits acortados, diseñados para el sing-along masivo. El Palau Sant Jordi vibró con "California Gurls" y "Teenage Dream". La artista demostró su versatilidad al tomar la guitarra eléctrica para la versión roquera de "Hot n Cold", la interacción con el público alcanzó un punto álgido durante "Last Friday Night (T.G.I.F.)", cuando se acercó a la audiencia para tomar unas gafas prestadas e un chico del público. Después de un snippet de "Peacock", llegó el himno de la comunidad: "I Kissed a Girl", un tema que dedicó a "todos los gays de BCN", sellando el momento con un poderoso "Love is love" mientras se balanceaba sobre la gran esfera colgante.
Vuelo y Magia: NIRVANA (Nivel 3)
El clímax aéreo y de inspiración Cirque Du Soleil del show tuvo lugar en este nivel. De repente, la estrella fue lanzada desde el centro del escenario para volar, colgada de cables, por encima de la pasarela hasta alcanzar la mesa de sonido, realizando piruetas en el aire con una gracia impresionante y cantando a la vez. Tras el subidón de adrenalina, el ambiente se relajó para el interludio musical, donde preguntó al público si tenían un crush antes de cantar "CRUSH" y "I'M HIS, HE'S MINE". El nivel cerró con una sorpresiva y bailable versión disco de "Wide Awake".
Conexión Catalana: CHOOSE YOUR OWN ADVENTURE (Nivel Bonus)
El nivel extra fue puramente interactivo. Un QR en pantalla permitió al público elegir los dos siguientes temas. Katy apareció imitando a un gato y, con un toque de humor, preguntó: “¿Porque sueno como un gato raro? ¿Habéis votado?”. Se colocó en el centro de la pasarela para cantar en acústico "Double Rainbow", y en ese momento el público encenció sus linternas del móvil para crear el efecto luciérnaga.
La guinda del pastel fue cuando se dispuso a cantar "Unconditionally", ya que invitó a varios fans al escenario, incluyendo a una fan disfrazada de tiburón haciendo un guiño a la Super Bowl del año 2015. En ese momento se produjo el momento más personal de la noche: ayudada por Pol, Katy articuló unas frases en catalán: “El meu nom es Katy" y improvisó una pequeña canción entonando "t’estimo molt". Y terminó sus clases de catalán anunciando "Anem a cantar Unconditionally”, desatando la euforia total. Este tramo se cerró con "ALL THE LOVE", dedicada con emoción a todas las madres.
La Batalla: MAINFRAME (Nivel 4)
La recta final comenzó con la lucha contra el "villano del juego". El escenario se oscureció para interpretar "E.T.", donde Katy se enfundó un sable láser doble rojo, al estilo Star Wars, para un combate épico contra los bailarines y el villano del videojuego. La acción se enlazó con "Part of Me", que rápidamente se puso ravera al incorporar fragmentos de "I got the power". El nivel culminó con "Rise": láser en mano, Perry "disparó" al enemigo, acabando con un solo de guitarra que ponía fin a la etapa de lucha.
El Respiro: BONUS ROUND (Nivel 4.5)
Llegó un interludio inesperado y despojado de toda la espectacularidad previa:una ronda extra para interpretar su nuevo single, "Bandaids", single recién estrenado el viernes pasado y que interpretaba en directo por segunda vez en esta gira.
Katy regresó al escenario vestida simplemente con tejanos y una camiseta, tal como aparece en el videoclip. Fue un momento que ofreció un respiro y un contraste humano antes del clímax definitivo.
El Final del Juego: END GAME (Nivel 5)
El clímax final trajo la redención. El villano desaparecía, y el mensaje final era claro: "El corazón es lo que me hace real". El escenario se llenó de mariposas, símbolo de la liberación. El cierre fue apoteósico: subida en una mariposa gigante, Katy Perry sobrevoló el Palau Sant Jordi mientras cantaba "Roar".
Los bises incluyeron el Oliver Heldens Remix de "Daisies", y el emotivo "LIFETIMES", con imágenes del público bailando proyectadas en la pantalla. El broche de oro fue el himno por excelencia, "Firework" con lluvia de confetti incluída.
El show de Katy Perry se confirma como el de una gran diva americana. Es una show woman nata, con una energía inagotable sobre el escenario que sabe entretener y divertir a sus fans con un sinfín de estímulos visuales en escena. Aunque en ciertos aspectos vocales o coreográficos pueda flaquear ligeramente, lo suple a la perfección creando una narrativa redonda y espectacular que mantiene la atención de todos en todo momento, logrando que el público coree y baile sus canciones de inicio a fin. Un espectáculo memorable que, sin duda, ha marcado la vida de los asistentes al Palau Sant Jordi.




