Rayden, con los pies en la tierra

Menudo conciertazo se marcó Rayden el 2 de febrero en Barcelona, sala Razzmatazz, una acogida por todo lo alto al quinto disco que nace de sus entrañas ‘Sinónimo’ (Warner Music Spain, 2019). Este rapero polémico está presentando su nuevo disco por todo el país, así que prepárense, que empieza el show.

Agárrense fuerte, aparecieron puntuales con ‘Lo primero, la bondad’ (que es la intro de este nuevo discazo) y a mano de DJ Mesh, Héctor García Roel en la guitarra y el rapero Mediyama (que acompaña a Rayden en toda su gira) un toque de graves brutal, menuda mezcla explosiva. Rápidamente empieza la metralleta en versos con ‘Gargantúa’, directo al pecho de todos aquellos que no respetan, sobretodo, dedicado a: este régimen corrupto, a la lucha continúa por la igualdad y al amor por la existencia.

Vaya par, Rayden y Mediyama nos ofrecieron un inicio de concierto con una energía envidiable, se nota esta conexión entre ellos, transmiten mucha alegría y esto el público lo agradece. Juegan en el escenario, se hacen bromas, corretean… No paran quietos, forman un dúo brutal. Interactúan mucho con el público e aquí que merezca aún más la pena no perdértelo. En el caso de que próximamente visiten tu ciudad, ve sin dudarlo.

Antes de empezar con ’Polvora mojada’ (un guiño directo a los refugiados) suena Queen ‘We will Rock you’ animando a todo el público a seguirlos con aplausos a ritmo de la música, lanza un agradecimiento a ritmo de rap a Barcelona por su presencia y a este tan esperado sold out. Dejan claro que se dejan la piel por nosotros y para todo el mundo que quiera escucharlos y cambiar. Admiro fuertemente la capacidad de este grupo, para recordar las letras y no tener ni una sola pausa, un verso tras otro, una puñalada verbal constante, manteniendo la honestidad y la conciencia. Con ‘Pan, circo, ajo y agua’ se entusiasma el público y cantan a pleno pulmón, lástima que Carmen Boza no lo acompañara, ya que es conjunta. Pero… ¡Eh! No nos podemos quejar ni una pizca, que no solo nos brindó la oportunidad de escuchar DOS canciones con Bely Basarte, sino que también vino un artista al que le tengo especial cariño. Bueno, no nos precipitemos, primero, compartiré la experiencia con esta gran artista.

Aparece en escena Bely Basarte, y empieza el salseo, con ‘Careo’ seguido de ‘Vía de escape’, dos canciones ni más ni menos. Cuanta dulzura en la voz de esta mujer y en su presencia en general, pronto la podremos ver en Barcelona (jueves, 21 de marzo), creo que si te gustó en el concierto merecerá la pena verla en un entorno más suyo. Eso si, no quiero escuchar ni un salseo más respecto a esta pareja de músicos. Cosas como: ‘creo que son pareja’ ‘mira como se rozan’… ¿Vais a formar un trío? ¿Los conoces personalmente? Si la respuesta es ‘no’, te invito a que disfrutes de su música y te preocupes por tu vida personal, ya que no te va a afligir en absolutamente nada lo que hagan ellos con sus relaciones afectivas.

Hubo un momento difícil con ‘Los dioses también sangran’ emotivísima manera de representarla en escena, con este final de voz ronca a modo de grito gutural. Los pelos de punta.

Hizo una pequeña pausa para explicarse antes de empezar con ‘Caza de pañuelos’. Que ha creado mucha polémica. Se disculpa diciendo: ‘los chicos estamos haciendo una reconstrucción y creo que me he equivocado en esta canción’ y sigue diciendo ‘‘que sea la canción de un hombre la que definan como ‘’himno feminista’’ me chirría hasta a mí’ y si, es un error empoderarse de una causa, viviendo en una sociedad donde los hombres tienen privilegios. Pero no vamos a darle más coba, se ha disculpado y ha comprendido la situación. Que esto ya significa bastante.

¡Y otra gran sorpresa! Green Valley es invitado al escenario además con la durísima canción de ‘Las estrellas del cielo’, dedicada a todas aquellas mujeres asesinadas por sus parejas. ¡Me hizo muchísima ilusión! He visto doscientas veces a Green Valley, a pesar de eso, siempre es un chute de buen rollo verlo.

Para acabar este concierto, ‘Lo segundo, el talento’ pidió al público que sacara los móviles y crearan el efecto luciérnaga en la sala. Todas las lucecitas moviéndose al son de la música. Aunque aquí no se acaba, música dubstep de fondo y todos los protagonistas de este concierto en el escenario y el público a bailar.

Necesitaría muchísimo espacio para hablar de este artista, pero tampoco quiero que sea pesado de leer, así que lanzo un agradecimiento a Rayden, por seguir reivindicando con sus letras y me despido ¡Hasta el próximo concierto!