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Pantocrator salió con ganas de darlo todo sobre el diminuto escenario del Sidecar y sin ningún tipo de complejo para ensalzar la decadencia y el drama millennial desde la ironía y el humor.
Y es que uno de los grandes momentos de la noche del pasado viernes lo protagonizó “No te puto pilles”. El nuevo tema siempre se presta como un claro reflejo por la incertidumbre de la juventud de los tiempos que corren y no dejó descontento ni a los más rezagados del público. Pese a su limitado directo, Pantocrator cada vez pisa con más fuerza en la escena actual a través de esa descripción de las relaciones millennials sin compromiso con nada.
Durante el corto parón para hacer los últimos ajustes, algunos ya se codeaban para encontrar un hueco delante del escenario. El calor se abría paso entre los protagonistas y Elena sonreía tímidamente mientras daba el pistoletazo de salida con “See you, see me”. Bien es cierto que no es el tema más cañero de la banda, pero “Forgiveness” ya se encargó de liberar la fiereza rítmica creativa y melódica que tanto caracteriza a Yawners.
Sin un solo respiro, la ternura de “Please, please, please” se apoderó de los asistentes siguiendo con “Arco Iris” y esa característica ristra de hits de rock alternativo con aceleración noventera al más puro estilo al que nos tienen acostumbrados.
Elena seguía pilotando la actuación de la banda con nuevos integrantes, por cierto, mientras que llegaba el turno de “Right or Wrong” o “Fuck it” (tema de su anterior disco) llevando a lo más alto sus ritmos dislocados, sus arranques y la facilidad abrumadora de pasar de un estado a otro con temas como “Funny Laugh”.
Llegaba el momento más esperado, mientras que la sala se convertía en un verdadero hervidero formado por groupis y pogos interminables. Como no podía ser de otra manera, tras “Seaweed” se olía un final por todo lo alto con “La Escalera”, el único tema en castellano de la banda y que les está haciendo replantearse muchas cosas. El final esperado acabó por todo lo alto y estuvo a punto de dejar casi sin aliento a los valientes que se atrevieron a comerse el escenario.
Pese a algunos desajustes de sonido y un directo algo mejorable, el hecho de ser fieles a su estilo está convirtiendo a todos sus fans en verdaderos adictos. Sin duda, una de las propuestas más atrevidas y resultonas del momento.