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15/06/2021Por fin iba a poder fotografiar a Manel, después de habérseme estado escapando constantemente desde hacía ya un tiempo. Tuve la suerte de que me acreditaran para el concierto del Festival dels Jardins de Pedralbes, en Barcelona. Esta vez llegué a tiempo, y me encontré con todos los fotógrafos donde se suponía que habíamos quedado con la responsable de prensa. Esta llegó y nos explicó otra vez que teníamos cinco canciones de margen para hacer fotos y después tendríamos que marcharnos. Nos pusimos en posición justo cuando aparecieron ellos, los cinco de Manel y cuyo ningún integrante se llamaba así.
El concierto empezó con “Formigues”, tema de su último disco, perfecto para empezar a niveles de proporciones épicas. Tenía sentido que este fuese uno de sus primeros temas ya que Guillem Gisbert, el cantante, llevaba un par de botes de algo parecido a un insecticida para echarlo al aire de forma dramática de vez en cuando. Una bonita forma de proporcionarnos a los fotógrafos una foto épica de no ser por los focos azules que destrozaron la idea.
“Aquí Tens El Meu Braç”, una canción que define bastante bien mi actual vida, fue la última canción que nos dieron de margen para hacer fotos. También era del último disco y más que hacer fotos, me dediqué a permitir que resonara en mi cabeza cual cántico religioso penetrante. Yo también tengo a una vecina que ensaya cada día el mismo monólogo en el balcón (aunque en su caso es más de física, el monólogo), así como también de vez en cuando frecuento esas calles para recordar cómo me sentía entonces, y ella también me traía naranjas, o mejor dicho nísperos... y bueno… eso, igual a mi también me vendría bien algo de inercia. Hay veces que no puedo evitar irme por las ramas.
Al terminar, Gisbert comenta que somos 1750 personas presentes y que ya no estaban acostumbrados a tocar delante de tanta gente. Quién iba a decirlo hace un par de meses.
Empezaron a tocar “La Serotonina”, con una introducción psicodélica a más no poder que sonaba muy curiosamente al opening de la serie "Stranger Things”. Esta canción es cuanto menos curiosa. Ya conté en un artículo en FreeWorld Media que me parecía una historia sacada de un viaje con alguna sustancia psicodélica muy bien hecha. Es un tema de los que más me gustan de toda su obra. Menudo pedazo de reggaetón. Así da gusto.
El siguiente tema que tocaron fue “Les Restes”, canción que descubrí en aquel mismo momento y que también terminaron con una outro psicodélica para flipar. Es impresionante como en casi todas las canciones hay algo que le atrapa a uno sin remedio, en mi caso, en esta canción fue el muro de sonido que hay al final.
Con Tubs de ventilació, la introducción fue al más puro estilo metal para pasar después a un rock clásico estadounidense muy bien medido. Incluso en el estribillo se ponía la cosa tremendísimamente ska. Las luces, por su parte, eran dignas de provocar ataques epilépticos.
Con “El Canvi De Paradigma”, la iluminación que decidieron proporcionar para una escena épica fueron focos azules por arriba y focos rojos por los lados. Si querían ocultarse de los pocos fotógrafos que quedaban haciendo fotos no podrían haberlo hecho mejor. Eso sí, los ecos de daban un puntazo.
Justo cuando me estaba empezando a parecer curioso que no hubiesen tocado todavia ninguno de sus nuevos singles, empezaron a sonar los primeros acordes de “La Jungla”, que en este caso no era cantada por el vocalista principal si no que estaba cantada por el guitarra, Roger Padilla. Cuando la escuché por primera vez ya me pareció que el cantante no era Gisbert.
De repente un ambiente tétrico, el cantante empezó a contar una historia de unos enamorados. Viva eso. El problema llega cuando en un plot-twist inesperado, la historia male sal. Empieza la canción “Jo Competeixo”.
Cómo no podía ser de otra forma, no se olvidaron de tocar “Poli Band”, quiero decir “Boy Band”, la canción que les llevó a la Audiencia Nacional, sin tener ellos responsabilidad ninguna en el asunto cuando la causa abierta era para una versión que hicieron en el programa humorístico Polonia (Tv3). Me tendréis que disculpar pero estuve escuchando más el cover del Polonia que no lo que estaban tocando ellos.
Acabaron el concierto con una canción en colaboración con una cantante y se despidieron saludando sin decir nada. ¿Habría bises?. Se hizo un terremoto de la gente dando golpes con el pie a las plataformas de las localidades elevadas con andamios. Sin duda alguna el hecho de que no encendieran las luces y nos echaran de allí pintaba a que el espectáculo no habia terminado. Y así fue que volvieron a salir.
El primer bis era una canción con unos vocoders de ultratumba. No sabría reconocer la canción. De repente todos los móviles estaban encendidos en las gradas. Desde el escenario debía ser un buen espectáculo. Como de costumbre. Desde arriba de las gradas era muy gracioso ver las pantallas más que las linternas de los móviles.
El segundo bis fue la otra canción nueva, Tipus Suite, que era el segundo single del nuevo disco. Tercer bis es Tresa Rampell un tema clásico que para terminar siempre está bien. Hacía tiempo que no la escuchaba. Para cuando iba a acabar empezó a sonar una alarma que se parecía sospechosamente a una alarma de soundsystem. Otro puntazo.
Y quedaba otro último bis, el cuarto, que resultó ser el clásico de los clásicos, el Boomerang, la canción que les llevó a la fama y con la que lo petaron mil. El concierto terminó con todo el público cantando y en pie. Cómo le debe ir a Vanessa, esa es la pregunta que nos hacemos todos y que es posible que nunca sepamos su respuesta. Y así me marché, con la duda, y con la satisfacción de haber visto y fotografiado al fin a Manel, los que se me llevaban escapando años.