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03/02/2018Ya tenemos aquí uno de los carteles más esperados en Barcelona. Primavera Sound se descubre con su espíritu alternativo, más allá de los grupos archiconocidos a escala mundial como pueden ser el más que deseado Alex Turner y su banda, Arctic Monkeys, o Lorde, la cual parece ser que el pasado mes de octubre se quedó con ganas de más calidez mediterránea.
Belle and Sebastian y Holy Bouncer nos esperan ya el miércoles para calentar motores. Jueves se electrifica con la maestra del sonido orgánico de Björk o el latente progresivo de Mano Le Tough, densificando así con alta probabilidad una fiesta de luces interactivas. ¿Repetirá Za! su martes en vivo quizás, o se decidirá por un cambio de sesión?
No van a ser menos los citados para viernes: HAIM, Knox Fortune, John Maus, Bad Gyal, Oumoú Sangaré, Panda Bear, Thundercat y los prometedores Kyle Dixon & Michael Stein -que se nos presentan ya llamando a voces la ambientación de la serie retro por excelencia, Stranger Things-. Si alguna voz nos hará soñar el sábado en su escenario, al ritmo edulcorado de su melancólica melodía, es sin duda la de Greg González y el dream pop de Cigarettes After Sex. Beach House, Christina Rosenvinge, Lykke Li o Tom Misch estarán también esperándoos. Destacamos además que, gratamente sorprendidos, queremos felicitar ya por adelantado a la irlandesa de Vic, Núria Graham, la cual va a tener oportunidad de alardear de su tiempo en escena durante la jornada maratoniana que da lugar al clímax del festival: la noche de mayor afluencia.
Domingo, resacosos, nos van a sacar la pereza artistas quizás menos digeridos por el público como son Puput, Mattiel, Oblivians, o Dave P. Tranquilos todos, que no por ello dejan de ser merecedores de nuestros oídos. A quienes les guste el guitarreo popero y algo canalla esperamos que Tigercats les alegre el cierre de festival.
Y es que si algo sabe hacer el Primavera Sound es contentar el hipsterismo y los alternos que buscan novedades, así como permitir a los más mainstream compartir con ellos la fiesta y atreverse a experimentar sin miedo otros estilos. Sí echamos en falta grupos locales de alto calibre que el año pasado ocuparon un elevado porcentaje de su line-up semanal, pero dado el espíritu con el que el festival parece querer reencontrarse, celebramos que se opte por reducir los grupos reclamo de masas populares a gran escala y apuesten por la calidad de los directos y las promesas musicales, atrayendo nuestros sentidos fuera de la zona de comfort. Veamos qué nos depara y crucemos los dedos para que los técnicos nos den lo mejor de sí mismos cuando llegue el momento de barajar las inclemencias y espacios abiertos del Forum, poco avesado a facilitar su trabajo.
Nos despedimos de este avance con la mención al que será sin duda un cierre energizante: Rory Phillips.