Ana Tijoux, activismo musical y verdades como puños

Con la mirada ardiente, al rojo vivo, el corazón bombeando sangre derramada, sangre de compañerxs chilenos sufriendo por la situación actual. En nombre de las injusticias y la desigualdad, llega Ana Tijoux, la música, su terapia, para nosotrxs una vía de inspiración, reflexión en cada sílaba saliente de su boca. Ana Tijoux ilumina Barcelona, gracias a Músiques Sensibles, festival que vincula cultura y música con compromiso y responsabilidad social (además de donar parte del beneficio de las entradas a obras sociales destinadas principalmente a mujeres). Aquí estaba en el Petit Palau, la sala anexa al Palau de la Música Catalana

Empiezan a atenuarse las luces, pasada la hora de presentarse en escena, aún el público está llegando y aposentándose. Estamos animados, con ganas, ya han sacado algunas pancartas en protesta. Al empezar la voz de la grabación inicial, el recordatorio de que apaguemos los móviles, hace que alguien despistado grite y aplauda creyendo que ha llegado la hora, pero no, aún quedan pocos minutos. Pasados apenas cinco minutos, van apareciendo los miembros del grupo entre aplausos, a ritmo de batería aparece Ana Tijoux "buenos días, buenas noches, buenas Chile…'’ improvisación inicial con la melodía de ‘Arriba quemando el Sol’ , homenaje a Violeta Parra, empezamos fuerte con un guiño a las injusticias en Chile y al trabajador obrero.

Ana Tijoux, que empezó haciendo freestyle en la plaza del parque, nos deja entrever esos inicios improvisados en sus conciertos, nos marca una improvisación nada más llegar, seguirá haciéndolo durante el concierto, se nota esa mirada hacia el pasado en momentos contados, nos hará viajar y bailar, volarán en estos bailes puñaladas para el que quiera tirar abajo los derechos humanos básicos.

Es increíble, sabe cómo pasarlo bien y hacer que nosotros también lo hagamos, no duda en jugar con el público y mantener un equilibrio entre dureza y diversión, es esto que le hace imprescindible en los escenarios. En ’Mi verdad’ ya empieza este juego, de un lado a otro hace levantar y cantar a su entregado público. Acaba y nos explica: ‘’Hay tantas cosas que decir tras este micro’’ se queda mirándolo y nos dedica otro homenaje ’Luchín’ de Victor Jara, y sigue con: "el silencio es cómplice y la neutralidad de todo lo que pasa", no podemos quedarnos indiferentes ante sus mensajes, es imposible no reflexionar en cada parada que hace, habla y nos hace cuestionarnos, sacar nuestras propias conclusiones, ella es filosofía en estado puro.

Destaco algo que dijo: ‘’Nosotros tenemos creatividad en Chile’’ y no le falta razón, un ejemplo claro en el video ‘El violador eres tú/ un violador en tu camino’ una performance que no deja a nadie indiferente dedicada desde Chile a todo el mundo para que se sepa que pasan las mujeres en un estado al rojo por la corrupción, ¿que hacer en estos momentos, cuando tu país se ha roto y además de roto se hunde?

‘’¿Qué hacemos con el gobierno, contra el estado, contra la constitución y los jueces? Se que todos nos sentimos igual ante lo que está pasando ¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos?... ’’ En bucle se pregunta la cantante, una y otra vez ‘’¿Qué hacemos?’’ Y nos hace comprender este estado de incertidumbre, con el agua al cuello, ahogados sin saber como afrontar esta situación, empieza ‘Antipatriarca’ y así cierra la primera parte del concierto, por todo lo alto.

Se oye al público corear ‘’No nos vamos ni cagando’’ al unisono, todos tenemos ganas de más. Aquí admito que me reí muchísimo, no había escuchado nunca atraer los ‘Bises’ de esta manera, maravilloso. Se escuchan cacerolas entre el público, se me eriza la piel, involuntariamente noto como el bello se endurece y la sangre bombea más fuerte por mi cuerpo. Aquí llega de nuevo Ana Tijoux con ’Cacerolazo’, una manera tajante de explicar en pocos minutos la situación chilena, sin miedo a que el pueblo saca sus mejores armas, el arte parte de ellas.

Cierra este conciertazo con ‘Somos Sur’. ¿Te habías quedado con ganas de más? Aquí llega la unión de todos los países, la importancia de la resistencia no solo chilena, sino de todo el mundo.

Es realmente difícil resumir un concierto de esta magnitud. Podría extenderme sin problema páginas y hablar de canciones tan significativas como ‘1977’ que tocó y dedicó a su padre, con anécdota incluida, en la que nos cuenta como con seis años le regala su papá, Roberto Merino Jonquera y nombrado según ella: ‘’loco de mierda pero lúcido’’, un antimonopoli. En ese momento residía en Francia y decidió llevar este juego a clase pero no fue bien acogido. ¿Quién querría jugar a un juego anti-capitalista? Aquí llueven de nuevo preguntas en nuestra cabeza, ¿qué clase de sistema hemos creado, en el que unos niños son incapaces de jugar a un juego así? Ya tienen un patrón de juego creado y salirse de la norma es un problema.

Podría destacar también ‘Calaveritas’ en la que Ana Tijoux crea un espacio incluso para los que no están: ‘’Quien quiera dedicársela a esa persona cercana que murió, es el momento’’, una canción dura pero necesaria para brindar un pequeño espacio para aquella persona que esté dolida por una perdida, que se deje sentir.

Son muchos los factores por los que ir a un concierto de Ana Tijoux, estoy muy agradecida por haberlo podido compartir y a la vez frustrada por todo el contenido que se ha de resumir. Espero que también a la persona que lo lea, le haga pensar, porque entonces este mensaje no es en vano. Tenemos muchos conflictos y no es una solución darles la espalda.