Llega Devildriver, junto a Jinjer, a Barcelona
28/07/2018Incubus a punto de revolucionar Barcelona
02/08/2018Qué bien sienta volver a estar en casa. Después de 3 meses en las cálidas tierras inglesas (sí, cálidas, flipante. 90 días derritiéndome), vuelvo a estar en mi querida Barcelona para dar caña y humo a los músicos y promotores de la ciudad.
Pero no es de mi persona de quien he venido a hablaros. ¿Os imagináis? a lo egocéntrico absoluto. “Crónicas de 90 días al sol en la tierra del frío y la lluvia eterna, parte 1 de 70”. No, no, es broma. Aquí estamos para hablar del pedazo de trozo de cacho de concierto que se marcaron el pasado día 25 de julio sir Lee “Scratch (El incansable)” Perry y sir “Daddy” U-Roy en la Sala Apolo de Barcelona.
A eso de las 5 de la tarde estaba yo en mi casa junto a Jaume Sendra (redactor de FreeWorld), y llamé al promotor para preguntarle si íbamos a poder entrevistar a alguno de los dos músicos esa misma noche, a lo que nos dijo que imposible, que Perry llegaba a Barcelona a las 8. Para un concierto que debería empezar a las 9. Já. Que son jamaicanos loco. Que sabemos de que va el rollo, que todo se lo toman a ritmo de reggae.
Y así fue como me tomé yo el paseo hasta la Apolo con mis acompañantes, a ritmo de reggae mientras la co-fundadora de este medio y fotógrafa de la ocasión (Ale Espaliat) llegaba a la sala a eso de las 8, cuando yo todavía estaba con Jaume en el club tranquilísimamente. Y eso que la avisamos de que el concierto se iba a retrasar una hora mínimo. Estos profesionales apresurados…
Mis acompañantes y yo, como no podía ser de otra forma, a eso de las 9 llegamos a la puerta, pero paramos antes de entrar para comernos nuestro bocadillo vegetal, como reza la tradición lustraria (de lustro) que empezaron los ancestros en FW.
Total, que casi a las 10, que es cuando sabíamos que iba a empezar, decidimos entrar con los humos subidos, pero de la forma bonita y amable, no como se suele decir normalmente. Allí nos encontramos con Ale, que no se había visto en otra parecida en su vida.
A las 10:15 mas o menos, apareció quizá el jamaicano mas Dandee de toda la isla si no contamos al hermanastro de Bob Marley. La leyenda viva que se hace llamar Daddy U-Roy apareció en el escenario sonriente, con toda la pinta que llevaba elegante a rabiar y con un aspecto de yayo que daban ganas de abrazarle y decirle que todo va a ir bien.
Ahora es cuando los piratas puretas se van a enfadar. No tuve ni idea de quien era U-Roy hasta ese día, así que no le tengo muy estudiado, pero como se las marcaba el tío. Dejó claro que a sus 75 años sigue siendo el “papi” del hip hop / rap y que se va a llevar dicho título todo lo lejos que le permita su edad.
En su concierto llegó el momento en el que cantó su cover de Soul Rebel. Dado que su arte se basa en los samples en una medida aceptable, en esta ocasión el sample se lo marcó el público entero. En aquél momento no estaba U-Roy cantando al público, el público estaba, literalmente, cantando junto a U-Roy. Le estábamos haciendo el tema. A U-Roy. Me repito de lo flipante que fue, no porque ya no me acuerde de escribir dos lineas juntas con sentido (que también).
Obviamente no pasó por alto temas clásicos como “Chalice In Palace” o “Runaway Girl“. Después de una horita de concierto, se metió hacia el backstage donde le esperaba el rey de reyes impaciente por salir en su turno.
No pasó mucho tiempo antes de que apareciera el mencionado anteriormente rey de reyes. La verdad es que ni me acuerdo de los temas que tocó. O Lee Perry los desfiguró tanto que ni me fue posible reconocerlos, cosa que no me extrañaría en absoluto o yo no estaba sobre la tierra en ese momento, cosa que tampoco me extrañaría en absoluto.
Sé y soy consciente de que el músico de 82 años creador del Dub y maestro de maestros tocó “Rastafar I Jump” o (creo que) un cover “Punky Reggae Party” y otro de “Exodus” entre otros muchos temas de su larguísima carrera musical, aunque puede que este último no fuese un cover. Con él nunca se sabe.
Y ahí estuvo, dando buena vibra otra horita más, mientras algunos integrantes del público (entre los que por supuestísimo no me encuentro guiño guiño) le pasaban porros para deleitarse así en la prohibición explícita de la sala, que todos sabemos que en los conciertos de reggae deja de estar vigente durante unas pocas horas.
Antes de terminar, pero, sacó a U-Roy para marcarse algunos temas juntos. Me han llegado informes de Tokio que dicen haber detectado la onda expansiva de epicidad que se esparció aquella noche al toparse tales leyendas juntas encima del mismo escenario, así como desde Argentina y Canadá. Y siguen llegando de otras partes del mundo. Con eso os lo digo todo.
Para acabar, y viendo que llevo casi 1000 palabras de artículo, os contaré que después dEL bolo, porque sin duda fue EL bolo, tanto Jaume, como Adri (otro redactor de FW) y yo, nos fuimos detrás de la Apolo a esperar a que saliera para saludarle, como buenas fangirls acosadoras de músicos de la tercera edad que somos.
Primero salió U-Roy, al que se llevaron rápidamente, y a los 5 minutos salió Perry, un poco confuso y desorientado, y después de firmarme el Arkology, se marchó en dirección contraria a la que debería haber ido, siendo así avisado por su hijo del error, pero como a él no hay quien le corrija, decidió pararse en un platanero de delante de la puerta y bendecirlo con su vibra rastafari, mientras la encargada de la promoción pasaba por al lado nuestro y nos decía algo parecido a “Joder, ya está hablando con el árbol”, así haciéndonos partir de risa a los 4 (nosotros 3 y el hijo de Perry).
Pensad que esta foto está hecha con un móvil a la 1 y pico de la mañana, de ahí que se vea como el culo – Víctor Gallardo
Vaya nochecita tu. No hace ni dos días del concierto y ya estoy deseando que vuelva a Barcelona. A continuación os dejamos la galería de fotos de Ale Espaliat, hechas con una reflex profesional, no como ese bluff de ahí arriba, pero es que alguna prueba tenía que sacar para que me creyerais tu, que sois todos unos desconfiados, personas de poca fe… en fin, gozaoslas, porque no tienen desperdicio.