Miki Nuñez nos devuelve a la normalidad
11/07/2020Desculturización colectiva injustificada
20/07/2020El jueves 16 de Julio asistimos al concierto de uno de los representantes del buenrollismo, Carlos Sadness. De la mano de The Project, Sadness y dos de sus chicos (Marc Sospedra a la guitarra y Jordi Bastida al bajo) nos ofrecieron un rato de diversión y baile en el escenario de Les Nits del Fórum, presentando su último álbum Tropical Jesus (Sony Music, 2020).
En un escenario con el mar de fondo, las nubes cubriendo el cielo y un viento que se agradecía con el bochorno de Barcelona, las gradas se fueron llenando poco a poco. Con la emoción que un concierto siempre despierta, pero añadiéndole los tiempos de incertidumbre se notaba más la excitación.
A las nueve Sadness apareció en el escenario, ataviado con una sudadera. Desde el primer instante la interacción del cantante con el público fue eléctrica. Sandness bromeó con sus fans, comentándoles que podían bailar en sus sitios y con las mascarillas puestas. El de Barcelona empezó con las tres primeras canciones de su nuevo álbum; Ciclo Lunar, Me Desamaste y Chocolate y Nata.
Cuando el concierto ya estaba empezando a echar el vuelo con los temas que Sadness tocaba con su ukelele y acompañado de una guitarra y un bajo, los “problemas” técnicos aparecieron. El cantante comentó que se había pasado la noche editando videos para el concierto y su desconcierto al ver que no se reproducían hizo del momento un momento de carcajadas.
También interpretaron Isla Morenita y Adiós a los Dinosaurios. Pese a ser solo 3 en el escenario, el equipo de Sadness se ocupó de crear un espectáculo muy llamativo visualmente, las luces jugaban a la par que las canciones. El tiempo no acompañó todo el concierto, ya que el viento fue intensificándose y cayeron algunas gotas amenazantes, pero esto no fue suficiente para parar la fiesta que estaba organizando Carlos Sadness.
El propio Barcelonés agradeció a los asistentes su apoyo, ya que pensaban que este nuevo álbum Tropical Jesus lo promocionarían pasado el verano y ante público muy reducido. También quiso agradecer a toda esa gente que tienen entradas para verle en noviembre y decidieron ir a pasar una agradable velada de verano.
Para finalizar, a forma de bis no bis, gozamos de Impares, Papaya, Te quiero y Electricidad. Carlos Sadness demostró que el buen rollo pesa más que cualquier situación externa. En Metronome estamos deseando volver a verle y esperamos que con sus famosas camisas Hawaianas.