Toots & The Maytals vuelven a Barcelona
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01/10/2018Eran las 21 de la noche en la Plaza Real de Barcelona y los fans de Jeff Rosenstock ya esperaban impacientes para entrar a la Sala Sidecar. Se auguraba una noche de punk y desenfreno y no defraudó, sino que fue más allá de lo que muchos pensábamos.
Para ir calentando suelas, abrieron la noche Aloha Bennets, que vinieron a presentar su primer disco La Jungla. Con su garage surf tuvieron al público muy atento a sus letras pegadizas, tales como A Km de aquí, Varadero o Qué es eso?, tema con el que cerraron la media hora de concierto y que dejó al público muy arriba y entre sonrisas. Nos encantaron, tienen un sonido muy fresco y unos riffs muy pegadizos.
Un poco pasadas las 22 Jeff Rosenstock y su banda salieron a escena. Primero para preparar los instrumentos entre gritos de ánimo de los fans, que lo único que deseaban era darlo todo, y así fue.
Antes de empezar a sonar USA, uno de los temas más potentes del disco que venía a presentar el jueves, POST-, se dirigió a sus fans dedicando unas palabras en catalán. La cosa empezó tranquila, el público estaba quieto en su sitio cantando a viva voz, y cuando se vino arriba el tema empezó la locura. Cuando se montan pogos en la Sidecar se sabe de buena mano que el concierto va a ser épico, y el del jueves lo fue, sin duda.
Jeff se metió al público en el bolsillo desde el minuto uno de actuación, tirando el micrófono a primera fila, que coreó sus canciones, canciones como Wave Goodnight To Me o Yr Throat entre otras. Los empujones no cesaron en toda la noche, algunos hasta casi perdieron sus gafas, por poco la voz de tanto darlo todo o si alguien hubiese sido un poco avispado, se podría haber llevado la guitarra de Jeff a casa en el momento que la lanzó a la primera fila, vamos, la definición perfecta de un concierto de punk rock.
La mitad final del concierto fue un locurote digno de ser recordado. En cuanto empezó a sonar Nausea, tema insignia del disco We Cool? (2015) el gráfico siguió subiendo, sobrepasando los límites hasta llegar a un punto de no retorno. En los últimos tres temas si tiró al publico tres veces, una con saxo incluído, al final de 9/10.
Al terminar el setlist, se fueron al backstage dejando al público con un subidón tal que hasta que no volvió a salir al escenario no se dejó de corear que querían más y más. Y así fue. Salieron al escenario y nos regalaron un tema más, con el que bajó a cantar a pie de pista y retomó, para dejarlo todo lo más arriba posible, el estribillo de Nausea para despedirse con un Thank You, good bye y dejarnos a todos en una nube y con ganas de comprarnos su disco.
Esperemos que su primera visita a Barcelona abra las puertas a muchas más y que lo podamos ver de nuevo pronto, no nos perderíamos tal epicidad por nada del mundo.