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En medio de un marzo vibrante, el escenario de la sala Paral·lel 62 se ilumina con la promesa de una noche mágica y llena de arte. Christina Rosenvinge, acompañada de su banda de músicos excepcionales, nos sumerge en el universo poético de Safo con su espectáculo "Los Versos Sáficos en vivo". Con Amaia Miranda en la guitarra, Magalí Datzira en el bajo, teclados y coros, y Xerach Peñate en la batería, Rosenvinge nos invita a un viaje sonoro único.
El recital se inicia con "Canción de Eco", una melodía que transporta al público a la antigua Grecia mientras se rinde homenaje a la diosa del amor en "Afrodita". Cada acorde y cada verso resuena con la maestría de Rosenvinge, quien logra llevarnos por un espectro musical que abarca desde lo tradicional hasta lo más electrónico, demostrando su versatilidad y talento.
El punto álgido llega con "Hoy Duermo Sola", una canción que captura la esencia del espíritu libre e indomable de Safo. La energía en el recinto es palpable mientras el público se entrega por completo a la experiencia.
Un momento especial en el concierto del jueves pasado fue cuando salió al escenario Maria Arnal para interpretar junto a Christina el tema "Canción de Boda" que, junto a canciones como "Ana y los Pájaros" y "Poema de la Pasión" nos transportan a un estado de ensueño, donde la lírica antigua se entrelaza con sonidos contemporáneos de manera sublime.
El concierto llega a su clímax con "Ese Chico" y "La Tejedora", dejando al público con el corazón lleno y la mente maravillada. La reinterpretación de los versos de Safo por parte de Christina Rosenvinge es una experiencia inolvidable, un tributo a la poesía eterna que trasciende el tiempo y el espacio. Sin duda, una noche para recordar y celebrar el arte en su forma más pura y emotiva.
