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El miércoles 20 de marzo parte del equipo Metronome fuimos al Palau Sant Jordi para poder disfrutar del espectáculo de Florence + the Machine, dentro de su gira High as Hope (Republic Recors and Virgin EMI Rercords, 2018). La visita de la londinense y su banda a la ciudad condal vino de la mano de Live Nation.
Con un Sant Jordi a medio gas, los fans a las nueve, con puntualidad británica esperaban emocionados la salida de la banda. Un escenario que emulaba un auditorio hecho totalmente de madera y el frontal curvo, emulando las ondas de la naturaleza.
Pasaban más de veinte minutos de las nueve cuando empezaron a salir los músicos de la banda de Welch, y por último ella. Cual hada del bosque, con su pelo largo y pelirojo, un vestido tipo camisón de la abuela color rosa palo y descalza. El look muy representativo de la tímida Florence Welch.
La primera canción que interpretó fue June, parte de su último álbum. También de éste, interpretó South London Forever, canción dedicada a la zona donde ella nació, se crió y actualmente sigue viviendo. Como preludio a Patricia, canción dedicada a Patty Smith, Welch, con su suave y dulce voz le dijo al público que se notaba la fuerza femenina del recinto e invitó a los hombres presentes a que se unieran a esa harmonía femenina que latía en el ambiente.
Florence es un ente celestial que se mueve con mucha fuerza y pasión por el escenario. El hada danzante y enérgica con voz suave, demostró ser alguien que le da muchísima importancia a las energías, y la creencia del amor universal. Invitó a la gente presente a abrazase y decirle te quiero a los de su alrededor, aunque no se conocieran.
Por supuesto no pudo faltar una de las canciones que la catapultó a la fama mundial Dog Days Are Over, canción con la que invitó, de manera amable y de manera 100% británica con un “put that Fucking phone away”, a que disfrutáramos la canción.
Como bises interpretaron Big God y Shake It Out, en esta última con todos los asistentes como coro. El espectáculo ofrecido por la británica fue un compendio sublime de canción tras canción con los saltos y giros de Welch.
