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Un sold out en toda regla, fans incondicionales que esperaban desde las 8 de la mañana a las puertas del Sant Jordi Club y una increíble tarde de verano en Montjuïc, nos pusieron en antecedentes de la fiesta que iba a montar Camila Cabello en Barcelona.
Después de la salida de Fifth Harmony, Cabello dejaba en tierra de nadie su destino en la escena musical. Pese algunas intentonas con artistas como Pitbull, no fue hasta el lanzamiento de “Crying In the Club” de la mano de Sia, que la artista cubana despegó como estrella en solitario y con temas de base trap como “OMG” y la indiscutible “Havana”, con las que Camila ganó terreno dejando en manos del público un futuro tan incierto como prometedor.
Pero no fue así como se mostró en su paso por la capital catalana, donde con una seguridad y una presencia innegable, se metió en el bolsillo a un Sant Jordi Club abarrotado de groupies, que desde el inicio del concierto con el tema “Never Be the Same” (el cual pone nombre a la gira actual) acompañaron incondicionalmente el show de la estrella latina.
Tras el tema de presentación de la gira, con el reguetoniano “She Loves Control”Camila mostró el lado más discotequero de la noche, que encendió a un público inmerso en un mar de móviles y cámaras que inmortalizaban una puesta en escena muy potente.
Pese a no disponer de un repertorio muy exquisito, no pararon de llover hits como el reciente lanzamiento “Scar Tissue”, que la cantante acompañó con covers de los mismísimos Major Lazer y su “Know No Better” junto al “Get Bussy” de Sean Paul.
A ello se sumó un desvío hacia el “Kiss” de Prince, junto al éxito de Camila “Into it”, que seguido de una lluvia de temas pop como “Real Friends” y una versión del “Can’t help falling in love”, de Elvis Presley, dieron paso a los temas más esperados de la noche.
Camila remarcó que “Estamos unidos por el poder de la música y del amor”. Fue en ese momento, cuando tuvo lugar la escena más emotiva del concierto, protagonizada por la joven Lucía, que prácticamente bajo sus lágrimas de emoción subió a cantar “Real Friends” junto a Camila.
Tras retirarse al backstage, Camila encendió en Sant Jordi Club con el sensual “Sangria Wine”, que sirvió de trampolín para culminar un show de lo más correcto con el tema estrella de la artista cubana “Havana”, que fue capaz de hacer bailar hasta el ánima más introvertida del público.
No es de extrañar que el primer álbum “Camila” no haya pasado desapercibido. Artistas de la talla de Louis Bell (Post Malone), Noonie Bao (Charli XCX), Amy Wadge (Ed Sheeran) o Kuk Harrell (Beyoncé) acompañan a Camila en su primer trabajo, dotándolo de influencias RnB y hip-hop que alimentan a un pop comercial inmerso en algunos hits, que están llegando muy bien a un público de lo más teenager.
Es innegable que los veinte años de Camila, junto a su actitud inspiradora, fuerte y segura, nos dejarán descubrir muchas experiencias y sensaciones, que aún no somos capaces de imaginar.