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El sábado pasado volvió a actuar en Barcelona uno de los italianos más mundialmente conocidos, Eros Ramazzotti. En esta ocasión nos venía a presentar su decimocuarto trabajo discográfico Vita Ce N'è (Universal, 2018), que además da nombre al tour mundial.
Un telón adornado con un gran árbol de la vida no dejaba ver lo que nos esperaba en su interior, y el público iba llegando al Palau Sant Jordi sin prisa pero sin pausa y con muchas ganas de ver al italiano sobre el escenario. Bastante puntual, se apagaron las luces del estadio, quitaron ese primer telón y apareció Eros con los primeros acordes de Hay vida, el tema que da nombre a su nuevo álbum.
El concierto empezó con poca luz y con un telón traslúcido en el que se proyectaban efectos visuales que acompañaban al romano a ritmo de la canción. Un telón que retiraron para la segunda canción de la noche Per el resto tutto benne, en la que se empezaba a vislumbrar un poco más de luz, pero no fue hasta la tercera canción y ya para el resto del show, que no hubo tregua lumínica. El espectáculo lumínico fue bastante protagonista durante el concierto, llegando en algunos momentos a eclipsar al propio Eros.
El escenario contaba con las dos pantallas laterales a las que estamos acostumbrados y además una tercera pantalla central con forma de hoja que se alargaba hasta una pequeña pasarela colocada a un lado del escenario y que permitía a Ramazzotti acercarse un poco más a sus fans de las primeras filas. En esa pantalla, durante todo el concierto se fueron proyectando elementos relacionados con la naturaleza, la meteorología y el medio ambiente.
Eros llegó, cantó, nos emocionó pero no dio grandes discursos. Un concierto casi sin descanso en el que no faltaron grandes éxitos como Una emoción para siempre, Si bastasen un par de canciones, Fuego en el fuego o Cosas de la vida, dando hasta la última gota de sudor y ofreciendo un show soberbio lleno de luz y color.
Debemos destacar un par de cosas de este concierto, una es el detalle de dar protagonismo a las coristas, cosa que se agradece ya que siempre suelen estar en la sombra sin resaltar, y en este caso resaltaron tanto o más que el propio Eros, interpretando el romano junto a Giorgia Galassi, I belong to you, un tema que originalmente lo canta junto a Anastacia. Debemos decir que Giorgia dejó el listón bien alto, y a todo el público a sus pies. El segundo tema interpretado a dueto con la otra corista, Monica Hill, fue In primo piano, esta si de su nuevo disco.
El segundo punto a destacar, y que ya hemos medio desvelado más arriba, fue que en dos ocasiones, se proyectaron vídeos en concienciación con el medio ambiente, un primer vídeo nos habló sobre los residuos plásticos en el mar, y un segundo relacionado con la emisión de gases contaminantes, y es que Eros está muy concienciado con el medio ambiente, y por eso también que la temática de todo el show fuera sobre la naturaleza.
El concierto llegaba a su fin, pero antes pudimos bailar con Por las calles las canciones, tema en colaboración con unos de los artistas que actualmente suena en todas partes, Luis Fonsi. Para este tema se proyectaba el videoclip en las pantallas del Sant Jordi para tener la voz de Fonsi de apoyo. Fue unos de los momentos más bailados de la noche sin duda.
Como colofón final se guardó tres temas, cada uno más clásico que el anterior, La nostra vita, Para mí será por siempre, con Eros cantando junto a Luca Scarpa y su piano y como bomba final, el tema que no hay persona en el mundo que no se sepa, la clásica y eterna La cosa más bella, que el público coreó hasta quedarse sin voz, sin duda un final de concierto por todo lo alto. Solo un artista con una carrera como Eros Ramazzotti sabe como conseguir este efecto en su público.
