Hits, fuego y corazones rotos: crónica de una noche con Myke Towers

Tiembla Barcelona, que está aquí Myke Towers, marcándose un sold out más que comprensible en su primera parada de la gira Europea. Este  28 de mayo de 2025, en el Palau Sant Jordi nos encontramos a una de las estrellas del reguetón/trap.  Towers irrumpió con fuerza en la escena global a partir de 2019, con éxitos como "Si se da" y "La Playa", pero fue con "Easy Money Baby" (2020) cuando consolidó su posición como un artista versátil, capaz de mezclar trap, reguetón y lírica introspectiva. En España, su nombre se convirtió en sinónimo de éxito gracias a colaboraciones con artistas locales como Rels B ("Mi Luz") y su participación en festivales clave como el Reggaeton Beach Festival.

Y aquí lo tenemos, sale en escena puntual, moviéndose de lado a lado con ’Reverendo’ ¡Modo trapero activado! Me pregunto qué pasaría si en este concierto no hubiera fuegos artificiales, humo y toda la puesta en escena e interacción de la pirotecnia. Al final es una persona sola (menos en contadas ocasiones que subieron criaturas del público) paseándose de un lado al otro del escenario. Tuve una sensación un poco agridulce, en la que veía a una persona encerrada en un escenario como rata de laboratorio en una jaula. Aunque se me pasó al escuchar éxitos imparables como ‘LaLa’, ‘Girl’, ‘Si se da’ y otros muchos títulos que voy a obviar por que prácticamente tendría que nombrar el concierto entero, dado que este hombre es una maldita máquina de crear hits. 

Entre bailes seductores, hacía una llamada a todas aquellas mujeres diablas, que le perturban la mente y el corazón, desengaños entre otros muchos ‘peros’ enfocados a las mujeres. Algo que me preocupa un poco… Dado que el público es muy joven, mayoritariamente adolescentes, que tal vez no tienen aún capacidad para entender ciertas dinámicas y absorben desgraciadamente como esponjas comportamientos cuestionables, en los que se repetirán (o no) patrones que necesitamos que queden atrás. 

Dicho esto, la verdad que me tuve que contener, pero habría perreado hasta el suelo sin dudarlo dos veces, aunque nada más lejos de la realidad, exteriormente parecía más bien un ataque epiléptico en toda regla, intentando seguir el ritmo discretamente (hay que ser profesional que estamos trabajando). 

Un show redondo, potente, y emocionalmente cargado que reafirma al artista como uno de los grandes nombres del panorama urbano internacional. La Pantera Negra (apodo y animal de compañía en su gira) no solo rugió… conquistó los corazones de esta Barcelona que enamora.