Falta muy poco para la esperada cita con Camila Cabello
11/06/2018Simple Minds toma els Jardins de Pedralbes
14/06/2018Londres, alguna tarde de mayo del 2018. Nos encontramos en un bar del centro de la ciudad. Me suena el móvil, me han mandado una foto desde Barcelona. Mi «exilio voluntario» acaba de empezar prácticamente, pero lo que veo en la pantalla de mi dispositivo me deja con la boca abierta. Mi padre me pregunta qué pasa. Esto es lo que pasa.
Diría que no tardé mucho más de 10 minutos en agenciarme el billete de vuelta a la ciudad que me vio nacer. La gente del Rototom lo había hecho de nuevo. Me habían regalado un conciertazo por mi cumpleaños, un conciertazo que se recordaría durante años en la Sala Apolo para los afines al reggae. Iba a pasar a los 22 años escuchando a Israel Vibration.
A esta buena gente ya les había visto yo en directo, diría que en el Rototom del 2016, pero la crónica por desgracia nunca llegó a FreeWorld por algunos problemas técnicos que tuvimos en aquella época.
El asunto es que llegamos a la sala con tiempo más que de sobras por una vez, algo prácticamente inaudito. Después de comernos nuestro respectivo bocadillo vegetal nos dispusimos a entrar en la sala, con toda la parsimonia del mundo, y una vez allí tocó esperar una hora, para impaciencia de mi acompañante. Yo estaba en la posición perfecta para lucirme después de mes y medio sin pisar una sala de conciertos. Y las ganas que tenía, tanto de hacer fotos como de verles a ellos.
El grupo compuesto por Cecil «Skeleton» Spence y Lascelle «Wiss» Bulgin se conocieron de críos, en una clínica de rehabilitación de la Poliomelitis, enfermedad que contrajeron en la epidemia más grande que ha sufrido la isla de Jamaica, en los 50’s. Eso no detuvo a los dos valientes, junto a un tercero llamado Albert «Apple Gabriel» Craig (que se retiró del grupo), triunfar en la música creando alguno de los clásicos reggae más míticos y reconocibles.
En el suelo no había tracklist, así que tiraré directamente a memoria. Disfrutamos como críos de «The same song«, cantada por Wiss, mientras Wiss le hacía los coros prácticamente en falsete.
Tenían a los Roots Radics como banda acompañante, entre los que se incluía el bajista original, llamado Errol «Flabba» Holt, uno de los más influyentes músicos del mencionado instrumento en cuanto a reggae y roots se refiere.
A todo esto, la sala empezaba a llenarse de humo, como suele pasar en estos casos, mientras sonaba «My Master’s will«, cantada por Skeleton.
Parece mentira que a sus 83 años y con Polio sean capaces de moverse como se movían en el escenario. Sólo les faltaba tirar las muletas al suelo tal como el abuelo meme y ya se habrían coronado. Para qué os voy a engañar, lo estuve esperando todo el concierto, pero no ocurrió. Lo que ocurrió fue una calmada de ánimos masiva con la pacificadora «Cool and calm«, gran tema que también no cabía duda que iban a tocar, y más con cierta situación que se vive en estas tierras desde hace un tiempo.
La niebla cada vez más densa y yo, como de costumbre, disparando como un loco. No se olvidaron tampoco de «Vultures» entre otros muchos temas. Y así, con la tontería, tocaron las 00:00, terminé una vuelta más al sol para empezar la siguiente.