Chica Sobresalto electriza Razzmatazz en una noche de música, risas, reflexiones y autenticidad
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16/01/2025El pasado viernes 10 de enero fue una noche de celebración. Este año 2025 la Sala Razzmatazz de Barcelona cumple 25 años y quiere festejarlo con una programación especial. Una de las bandas que se ha sumado al aniversario de la ya histórica sala nocturna, es Love of Lesbian, asiduos del recinto desde que en el año 2001 actuaron por primera vez en la sala 3 delante de 122 personas. Han pasado también casi 5 lustros de ése primer concierto. Así que varios cuartos de siglo coincidían la noche del viernes, que resultó ser una gran fiesta de aniversarios, y quizá el inicio de una despedida. La banda originaria de Sant Vicenç Dels Horts, y que acaba de empezar su nueva gira para presentar su último disco “Ejército de salvación”, se sumó a los festejos con dos fechas consecutivas, y las dos con el cartel de sold out colgado desde hacía días.
Si bien es cierto que es una banda que puede llenar un Palau Sant Jordi, y que a estas alturas del largo y currado camino son una banda de festival, les sigue gustando la cercanía de las salas “pequeñas” y que son parte del tejido de la ciudad, ésas que nos han visto crecer y envejecer como al buen vino, también a ellos como grupo y personas. Porque son tipos normales y ninguno de sus éxitos se le ha subido a la cabeza. Según palabras del mismo Santi Balmes, carismático cantante del grupo, prefieren las salas que tienen una capacidad máxima de 2.000 personas para poder ver los ojos de la gente que los acompaña. Y saborear así la proximidad de ambas partes, cantar y bailar en una experiencia conjunta.
Por ello nos obsequiaron con dos noches consecutivas. Porqué está claro que tienen seguidores incondicionales a miles y llenan cualquier espacio que se les antoje, y de manera reiterada. Dos días antes habían llenado el Apolo en la misma ciudad, y ya venían de otros dos sold out en el mismo Razz dos meses antes, esa vez con el final de gira del anterior disco V.E.H.N (2021), con el que han rodado cerca de dos años y medio, mientras creaban y grababan éste nuevo álbum. No hay duda de que son incombustibles. Y aunque el paso del tiempo es implacable para todos, han hecho un recorrido muy interesante, por arriesgado y curioso a veces, pero sin perder de vista su esencia de explicar buenas historias. Son los de siempre, pero evolucionados. Y sus seguidores siguen teniendo ganas de escucharlos y ellos tienen mucho por contar aún, a pesar de la reciente noticia de que harán un parón indefinido cuando acaben esta gira.
La noche se mereció una presentadora especial, y Rigoberta Bandini fue la escogida para introducir a la banda, presagio de su posterior participación como ya sucede en la versión de estudio. Salieron los componentes del grupo y Santi avisó de que no sería un concierto al uso de lo que se espera de una presentación de un disco, sino que venían a pasarlo bien, y por ello habían preparado un setlist que incluía una mezcla de temas de siempre y por supuesto, varias canciones del último trabajo, que se inspira en la amistad, en la verdadera, la que perdura a pesar de las distancias y los malos momentos. Quizá sea ésta la razón por la que, en el nuevo disco, han participado voces compañeras cómo Zahara, Leiva o la Bandini. Y el concierto no podía ser menos y reservaba algunas sorpresas más. La fiesta era en casa.
Se escucharon los primeros acordes del tema escogido para abrir el concierto, “Ejército de salvación”, toda una declaración de intenciones de la velada entre amigos que acababa de empezar. ¿Te he dicho gracias alguna vez? Cantaba la banda al público, seguramente era su manera de agradecer todos los años compartidos a través de tantas canciones y hasta 16 álbumes a sus espaldas. La adrenalina iba subiendo a medida que los siguientes temas avanzaban, ninguno de ellos del nuevo álbum, joyas inmortales como “1999/2009”, “Noches reversibles” o “Sesenta memorias perdidas”, y algún tema recuperado un poco del olvido como ”Cosmos” o “Wio”.
La euforia celebrativa se encendió cómo una cerilla al sonar “Contradicción”, que contó con la colaboración, ya intuida, de la querida Rigoberta. Y le siguieron nuevos temas como “La champions y el mundial”, que apunta maneras de hit. Con un público totalmente entregado a una de sus bandas de cabecera, llegó uno de los momentos culminantes de la noche con el ya instaurado himno “La Hermandad”, el tema que da nombre a la presente gira, y que Santi llevó a la práctica, bajando del escenario y cantando entre un público coral y entusiasmado por tal proximidad. Sin duda, la entrega de todos era máxima, y la buena acogida del nuevo álbum es más que evidente vista la hermandad de la familia LOL.
A esta clímax de energía compartida, le añadieron el regalo de hasta 6 bises, el primero de ellos fue “La niña imantada” que contó con la inesperada colaboración de Cala Vento. Y siguieron otros grandes temas conocidos como “Starman”, “Allí donde solíamos gritar” o “Club de fans de John Boy”. Acabaron el bolo con un bonus track, el “Villancico para mi cuñado Fernando”, una canción dedicada a los cuñados típicos por aborrecibles, un tema un tanto extraño para finalizar la fiesta. Pero era su fiesta, así que nada que decir. Y se lo pasaron bien, muy bien, se les veía en la sonrisa de su cara. También al público presente se le veía feliz después de esa catarsis nostálgica y renovada, a pesar de haber formado parte durante dos horas de una multitud abarrotada en exceso, donde no podías moverte si no era a empujones, ni mucho menos llegar a una de las barras y volver con el vaso lleno. Tan mínimo espacio vital desvirtuó la experiencia del directo.
En todo caso, y como reza la canción de “John Boy”, todos los raros fuimos al concierto, y disfrutamos del enérgico y experimentado directo de esta banda referente del indie nacional, a la que agradecemos su generosidad de seguir ofreciendo conciertos en salas de aforo reducido, para así poder saborear mejor sus letras mientras cantamos mirándolos a los ojos. Esperemos que sea un “hasta pronto”, y no un “hasta siempre”.