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14/10/2025La noche del 11 de octubre fue una de esas noches que se quedan grabadas en la memoria, especialmente para los fans de la música urbana/latina en Barcelona.
El Sant Jordi Club se convirtió en el epicentro de la buena vibra cuando Manuel Turizo, uno de los nuevos ídolos latinos, llegó a la ciudad para hacer vibrar a su gente.
La espera se hizo amena entre risas, selfies y algunas coreografías improvisadas de sus canciones más famosas, como “Culpables” y “Te Olvido” mientras se acercaba a las 21.00, hora de la cual se esperaba que empezara el espectáculo. Eso si durante la espera se proyectaban en las pantallas del escenario (dos, una a cada lado) todo el intro de un rojo intenso que iluminaba todo el recinto. Al fondo se podía ver que la decoración era como una vivienda y como si estuviéramos mirando por las ventanas, cosa que no sorprendía porque muchos artistas actuales han cogido la misma escenografía.
Finalmente, el momento tan esperado llegó. Las luces se apagaron y unos gritos inquietantes invadieron la sala. De repente, el escenario se iluminó con un destello y ahí estaba él: Manuel Turizo, vestido con un estilo urbano y una sonrisa que deslumbraba, con un traje de pedrería sin camiseta, para lucirse el tío! Claro que era lo único que pudo lucir esa noche. El público estalló en vítores y aplausos, creando un mar de gritos que resonó en todo el Sant Jordi Club.
Sin perder tiempo, empezó hablando con el público y 20 minutos más tarde empezó a cantar, la energía en el lugar se desató de inmediato. Todos cantaban cada letra, haciendo eco de su voz. Mala pero de su voz, ya que la mayoría de canciones las cantaba su equipo. La conexión entre Manuel y su audiencia era increíble; parecía que todos, desde los más cercanos al escenario hasta los que estaban en la parte de atrás, formaban parte de un mismo corazón latiendo al ritmo de la música. No es un artista que me llame la atención por lo que me permitió ser más crítico de lo normal.
La mezcla de ritmos urbanos y letras románticas hizo que todos se movieran. Cada canción generaba más entusiasmo. En “Una Vez Más”, la atmósfera se tornó más íntima. Las luces bajaron, y Manuel llevó al público a un viaje más intimo y emocional. Con su voz llena de sentimiento, todos se perdieron en recuerdos y anhelos, mientras él repetía que aún había esperanza en el amor cantando tumbado en la cama.
Entre canción y canción, Manuel se tomaba un momento para interactuar con el público, para mi gusto demasiado pero entiendo que para sus fans sería lo más. Habló sobre su vida, cómo empezó en el mundo de la música y lo agradecido que estaba de estar allí, en ese momento, en Barcelona. “Esto es un sueño hecho realidad”, dijo, y su sinceridad hizo que todos se sintieran aún más conectados con él.
Canciones como Desconocidos, La nota, Déjala que vuelva, Bésame, etc.. Hizo que el concierto durara más de hora y media Como es habitual en la mayoría de artistas acababa el concierto, con su canción más internacional “La Bachata”. El ambiente se volvió mágico, y todos los teléfonos fueron alzados, iluminando la sala como un cielo estrellado.
Al final del concierto, todos se sentían como parte de algo más grande que había hecho el artista , aunque estaba SOLD OUT creo que no llegaba a las 3500 personas que pueden entrar en el Sant Jordi Club (creo yo eh!). La gente salía con una sonrisa en la cara y el corazón lleno de música y buena energía. Algunos aún repetían las letras de sus canciones favoritas, mientras otros comentaban sobre los mejores momentos de la noche.
Autores de la crónica

Pitu Sitges
Profesional del fitness y un loco apasionado de la moda y la música, soy un disfrutón y me encanta ver feliz a la gente. Los estilos musicales con los que más me identifico son el Pop y todas las vertientes del techno, aunque me gusta escuchar de todo, creo que hay canciones para todo tipo de situaciones.