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08/05/2024Pocos minutos después de las 9 de la noche, la Orquesta Sinfónica del Vallés hizo su entrada en el escenario, seguida por la destacada participación de la Agrupación Sardanista Polifónica y Cultural de Puig-Reig, quienes acompañarían al tenor. Antes de que el gran protagonista de la noche hiciera su aparición, Carlo Bernini, maestro de ceremonias, dirigió a ambas agrupaciones con maestría.
El primer acto se inauguró con la emblemática pieza La donna è mobile de la ópera clásica Rigoletto de Verdi. Poco después, la soprano Cristina Pasaroiu deleitó al público con su interpretación de Meine Lippe sie Küssen so Heiß de la opereta Giuditta de Lehar. El acto concluyó con Bocelli acompañado por Pasaroiu en la interpretación de Brindisi, una pieza célebre de la famosa ópera La Traviata de Verdi.
Tras un breve intermedio de 20 minutos, típico de las presentaciones operísticas, el tenor toscano inició el segundo acto con Funiculì funiculà, una famosa melodía napolitana compuesta por Luigi Denza. Como invitado especial, Giovanni Caccam, ganador del concurso de San Remo 2016, presentó su canción Eterno del disco homónimo, además de ofrecer una emotiva interpretación de clásicos como Amapola de Lacalle y Granada de Agustín Lara.
Para permitir al tenor tomar un breve descanso, se presentó otra invitada destacada, la virtuosa violinista moldava Rusanda Panfili, quien junto a la Orquesta Sinfónica del Vallés interpretó la icónica canción He's a Pirate de Hans Zimmer, extraída de la banda sonora de la película Piratas del Caribe.
Rememorando su ascenso a la fama hace tres décadas, Bocelli cautivó al público con Il mare calmo della sera, la canción que lo catapultó a la atención internacional al ganar la sección de nuevos talentos del Festival de San Remo en 1994. Le siguió una conmovedora versión de All by Myself de la cantante Pia Toscano, quien acompañó a Bocelli en interpretaciones memorables como Vivo per lei y Canto della Terra.
A pesar de insinuar su despedida del escenario, y con Bernini alentando al público a pedir más, Bocelli regresó para ofrecer interpretaciones inolvidables de clásicos como Con te partirò, Bésame mucho y Nessun dorma.
Fue una noche verdaderamente excepcional, una de esas experiencias que quedan grabadas en la memoria para siempre. Aunque algunos puedan opinar que el Palau Sant Jordi no es el lugar ideal para una presentación de ópera amplificada, debido a la acústica del recinto y el volumen elevado de los altavoces que en ocasiones dificultaba la plena apreciación musical, los amantes de la música ciertamente disfrutaron de una velada inolvidable. Estas son oportunidades únicas que se presentan muy pocas veces en la vida y que merecen ser atesoradas.