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23/09/2023Este pasado martes 19 de septiembre la Sala Apolo se iluminó con una atmósfera de anticipación y emoción cuando Benjamin Clementine, el talentoso cantautor británico-francés, subió al escenario para presentar su último disco, "And I Have Been" (Preserve Artists, 2022). La ciudad condal se preparaba para una noche inolvidable de música y arte, y Clementine no decepcionó.
El concierto comenzó con el británico saludando a una Sala Apolo llena hasta el tope, Sold Out, y el público esperaba ansiosamente ese momento de Clementine. Con su característica apariencia bohemia, vestido con una camisa azul y pantalones blancos, Benjamin Clementine se paró frente al micrófono con su piano de cola como única compañía tocando las primeras notas de 'Atonement'. Llenó la sala con su voz profunda y dio inicio a una noche que prometía ser una experiencia musical única.
Clementine dejó de estar solo en el escenario ya en el segundo tema, cuando salió a escena el bajista para interpretar así "Residue", y ya con "Gypsy" terminaron de aparecer el resto de músicos y así continuar interpretando las canciones de su nuevo álbum, cada una más emotiva que la anterior. "Phantom of Aleppoville" o "Delighted" destacaron por su emotividad y lírica poética.
El público, que estaba en silencio durante gran parte del concierto, estalló en aplausos y ovaciones tras cada interpretación. La habilidad de Benjamin Clementine para transmitir emoción a través de su música es incomparable. Con una voz que parece provenir de las profundidades de su alma, logró crear una conexión con el público que trascendió las palabras.
La noche también incluyó interpretaciones de canciones de sus discos anteriores, como "Cornerstone", "Adios" o "Nemesis" que fueron recibidas con entusiasmo por los fans que habían seguido su carrera desde sus inicios. Cada canción era una muestra de la versatilidad musical de Clementine, que pasaba sin esfuerzo de baladas introspectivas a canciones más enérgicas.
Después de un bis que incluyó "London" y "Genesis", Benjamin Clementine se despidió del público con un sincero agradecimiento y una última canción, "I Won't Complain". Su concierto en la Sala Apolo fue una noche mágica de música y emoción, donde el talento de Clementine brilló con fuerza y dejó una profunda impresión en todos los que tuvieron la suerte de estar presentes.