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El pasado sábado 28 de enero Oques Grasses batió el récord de asistencia en un concierto en el Palau Sant Jordi de la mano de Halley Records, 18.400 asistentes.
El grupo de Roda de Ter celebró el fin de gira de su último disco A Tope amb la vida (Halley Records, 2021). Una noche de sábado siempre se presta a un poquito de bailoteo, unas rias y pasarlo bien, y los de Roda de Ter lo consiguieron desde el minuto cero.
Cinco minutos pasan de las nueve cuando las luces del Sant Jordi se apagaron y una intro digna de un intermedio de la Super Bowl daba pistoletazo de salida a un concierto que fue un continuo disfrutar.
Empezaron con un mix de La gent que estimo, canción que si has estado en redes sociales durante el último año has tenido que escuchar. Siguieron con Elefants i Cara de cul.
Como grupo que no olvida que hace 10 años eran unos desconocidos cantando en “garitus”, como dijo el vocalista, Josep Montero, el espíritu de fiesta mayor sigue con ellos, por ese motivo, a mitad del concierto decidieron homenajearse con un baño de masas bajando al fosado del público para llegar a un pequeño escenario situado en la parte trasera de la pista.
En ese escenario de fiesta popular, como ellos lo bautizaron, interpretaron La cançó de l’aire, Caball estable, y la versión propia de Montero de I want to Break free. Versión que decidió enseñarle al público, explicando que esa era la que cantaba en sus inicios, el solo con una guitarra y unos platillos de batería, y que conseguía que por varios minutos los parroquianos del bar en el que estuviera le hicieran caso.
Una vez de vuelta al escenario principal interpretaron Vida d’oferta, Cul y John Brown, incluyendo a todos los asistentes con esta última en una macro coreografía, que como guinda del pastel tuvo una ola de parte de todo el público, de izquierda a derecha del escenario, y luego de delante hacia atrás.
La última parte del concierto ya fue una fiesta mayor en toda regla. Sus canciones más conocidas de los últimos tiempos como Serem ocells, In the night, Bye bye o La gent que estimo, hicieron que los últimos 40 minutos de concierto fueran un no parar de bailar y ni un segundo de sentarse.
Oques Grasses acalló los rumores de que ese concierto era una despedida. Montero explicó que sí que es necesaria una pausa para recargar pilas y volver al estudio de grabación. Y sin poner fecha exacta prometió a sus fans acérrimos que en 2024 habrá nuevo álbum. Se acaban de despedir por un rato y ya tenemos ganas de que vuelvan a los escenarios para ver qué novedades nos van a traer.
