El esperado regreso de Iseo en solitario en Barcelona
05/07/2020Carolina Durante actuarán en el Nits del Primavera en agosto
11/07/2020Ramón Mirabet dijo que había predicho el futuro con uno de sus temas. Dijo que estaba nervioso y añadió que la canción que iba a sonar a continuación, llamada "Praying", no trataba de lo que estaba él viviendo cuando la escribió, si no que lo estaba viviendo pasados unos años. Ya se habían acabado los dos primeros temas, y los cuatro primeros también, podía ponerme a escribir. Empecemos por el principio.
Todavía no había hecho tres días que me fui a ver a Iseo al Poble Español de Barcelona. El segundo concierto en Barcelona tanto para la ciudad catalana como para la misma Iseo, que había tocado la noche anterior. Todavía estaba pasadas 72h con los pelos de punta ante lo presenciado (aquí os dejo la crónica de Laura Núñez), y yo ya estaba de vuelta, cosa de un quilómetro más a la izquierda, para presenciar al gran Ramón Mirabet, mi primera entrevista, la persona que me enseñó lo que era una acreditación de prensa.
Habían pasado seis largos años desde entonces, desde aquél concierto en el MEAM, y aquí estábamos los dos y unas quinientas personas más, bien separadas las unas de las otras por la distancia de seguridad. Sobrevivir siempre está bien. Justo empezaba a sonar "Carpe Diem", muy acertada mientras yo en mi cabeza hacía este razonamiento lógico.
La música siempre me transporta. La otra vez fue al noviembre del 2019, en Razzmatazz. Esta vez era al Music Hall de Barcelona en 2014. Y el público explotó, igual que aquella vez, pasados 5 años, tal como hace la canción. Como no podía ser de otra forma, la gente se fue levantando para moverse inevitablemente, ni siquiera yo podía contenerme ante tal exhibición musical, por mucho que estuviese en la zona de la izquierda profunda.
Quería observar la puesta de sol y las vistas y además, tenía a Ramón Mirabet luciéndose con el sol detrás. Menuda fantasia. Cómo he echado de menos estas fiestas… Y yo que pensaba que al menos hasta 2021 nos íbamos a quedar sin conciertos…
Y Liberation llegó a mis oídos cual son angelical inesperadamente esperado. En este momento ya no pude con mi alma y me levanté para poder dejar que la música me sacudiera como sólo él puede provocar en todo el público a la vez. No sé si lo sabéis pero al final de su primer disco, el Happy Days (obra maestra), hay una pista oculta detrás del último tema, pasados unos 3 minutos de silencio empieza una versión magnífica llamada Liberation 1.0.
Me acordé de que tenía un poco de bocadillo vegetal y me pareció el momento perfecto para terminarlo. Y así es como me sentí de nuevo en el Rototom, siempre vuelve a mi, aunque no fuese reggae, me da igual, un bocadillo vegetal, una puesta de sol y un pedazo de músico con su grupo tocando es sinónimo de Rototom. Quizá sea importante mencionar que a parte del buen currante que estaba en la mesa de sonido, yo era la única persona con rastas del espacio, que no era precisamente pequeño.
Volviendo al concierto, volvió a hablar, para volver a sus incios y agradecer al Festival Cruïlla (en el que estábamos) por apoyarle en sus inicios. Mencionó también que cada vez se estaba acercando al Palau Sant Jordi (tenía su gracia porque el escenario estaba justo delante de la puerta).
Llegados este punto yo me estaba empezando a preguntar cómo podía ser que cundiese más el la versión XXS que la normal, y justo empezó su primer tema, su primer single, la primera canción suya que escuché, "Happy Days", esta vez con violín incluído en el escenario, porque la escena no podía ser más nostálgica. Evidentemente, me emocioné. La segunda vez en 72h. ¿Pero qué me pasa?
Entonces, se pusieron el protagonista del evento y un chico y una chica a cantar a acapella un puente para empezar con el tema "Wake Up". Puede que sí que fuese el momento de despertar, pero para ser sinceros, a mi no me daba la gana. Esto era casi reggae. ¿Qué os dije? El espíritu del Rototom me persigue. Y la enlazó magistralmente con "Put It On" de Bob Marley.
Cómo he echado de menos fliparlo tanto como lo estaba flipando en aquél momento. A estas alturas ya estaba casi todo el público en pie. Como para no estarlo. Estaba yo tan motivado como cuando no hay nadie en casa y uno se pone a cocinar con la música por los cielos.
Me giré en medio de mi éxtasis (que no la droga mala, no os confundáis) y vi la luna llena encima nuestra. Era obligatorio fotografiar a aquella obra maestra esculpida por la naturaleza. Me di cuenta de que técnicamente ya no podía hacer fotos y me guardé la cámara, confiando en que si alguien hubiese visto algo, me habría permitido tomarme la licencia. Os dejaré la foto abajo junto al resto.
Sonaba "I'm Comming Home" y me pregunté cómo de duro sería el regreso a casa después del concierto, y me sorprendí a mi mismo pensando que me daba igual. Total tampoco tenía pinta de terminar muy tarde. Las manos del público se habían alzado, ya no había vuelta atrás. Y no la hubo.
A estas alturas me había emocionado una vez, me había levantado para moverme al menos cuatro, y había pensado que esa era la culminación de su momento de gloria por lo menos tres.
De repente, el silencio. ¿Habría bises? Más le valdría que los hubiese. Y tal como ocurrió con Iseo, efectivamente, los hubo.
El concierto acabó poco después, al haber terminado de tocar una de las canciones de verano de Tv3 y "Midsummer night" entre grandes vitoreos y aplausos, más incluso se merecía. Hay que ver la de cosas que han ocurrido en los últimos 365 días. Y aquí seguimos. Y espero que sigamos durante mucho tiempo más. Para finalizar, os diré que esto de escribir la crónica a medida que transcurre el concierto (como ha sido el caso), puede parecer impráctico, pero sin duda es tremendamente divertido.