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El día 14 nos levantamos tristes en nuestras tiendas. El silencio se sentía hondamente en cada uno de nosotros. A las 10 de la mañana se anunció por megafonía en el cámping que se iba a hacer una especie de ritual funerario en honor al joven senegalés que murió intentando salvar a una chica en la playa del Rototom el día anterior (fuera del horario de actividades del festival).
No os voy a negar que presenciar aquello fue duro para todos, excepto para los que todavía estaban en plena borrachera post fiesta y no tenían ni idea de lo que estaba ocurriendo.
Mis compañeros de viaje se fueron a cubrir el triste evento, y yo, después de volver a la parcela que teníamos montada allí y hablar con los compañeros de cámping, me fui al Media Center.

Foto: Clara Fortuny

Foto: Clara Fortuny
El día anterior había conocido a Ángel Loza, ganador de un Goya por el documental «Héroes, no hacen falta alas para volar». Estaba allí grabando material de promoción para el documental «Wake Up!» (2011), 6 años después de haber filmado el documental original, entrevistándose con artistas que colaboraron en su momento y más cosas relacionadas con ello. Me lo presentó Saúl (mencionado en el primer artículo) y al poco quedó claro que el equipo iba a funcionar.
Ángel es una persona muy enérgica, y sorprende su capacidad de organización a la hora de trabajar con él. En todo momento tuvo más que claro qué quería que hicieramos y cómo quería que lo hicieramos. Así, sin darme cuenta me encontré de pronto en la Radio Rototom haciendo fotos de la entrevista que le estaban haciendo, aquella radio desde que se podía ver todo desde una altura más que inusual en el resto del recinto, o llegar al punto de poder parar a Toots Hibbert o Ky-Mani Marley para charlar un rato con ellos después de grabar la correspondiente mención a Ángel y su documental (día 15).
El día 14 estuvimos grabando la entrevista en la radio, también grabamos en Radio Nomade, cuya entrevistadora era Chahinez Drabla, de quien también os contaré más en próximos artículos, entrevista en la que me estrené como gran traductor simultáneo (mentira), y algunas cosas más que ya llegarán.
Os recuerdo que este fue el primer año en el que me acreditaron como prensa, a la par que estaba como voluntario, pero en esta edición me tocaron los tres últimos días.

Ángel Loza en la entrevista de la que os hablaba en Radio Rototom
Se me alarga el artículo. No nos desviemos, ya seguiremos con esas aventuras en próximos artículos. El día 14 tocaba gozar de la música de los legendarios The Specials.
Y ellos lo sabían. Sabían que muchos de nosotros ni siquiera imaginábamos que íbamos a verles algún día en directo. Siendo conocedores de esta situación, se les debió presentar la duda que trata la apertura del concierto.
No podían elegir otro tema, porque si elegían la opción más lógica se quedarían sin final de show y eso no puede ser. Así pues, habiendo dejado los respectivos clásicos del medio del espectáculo, la opción más viable y espectacular era empezar con Ghost Town.
Como os podréis imaginar, yo, como de costumbre, estaba llegando tarde, corriendo como un cabrón junto a Jaume y a Clara (redactores en FreeWorld), perdiéndoles las respectivas veces y reencontrándoles poco después.
Al acabar el primer tema ya estábamos en primera fila y yo disparando mi cámara de fotos como si no hubiese un mañana. Era una sensación increíble el pensar que estábamos ante unas personas que habían (co)creado la segunda ola de un género que estaba empezando a decaer.
Han pasado algunas décadas desde entonces pero seguían sonando igual de ingleses, igual de rudies e igual de punkies.
Quizá al cantante le faltara un poco de chispa al principio del concierto pero realmente le era a uno relativamente sencillo viajar en el tiempo estando ahí presente (siempre libres de enteógenos varios, que nos empezamos a conocer).
Algo que no alcanzo a comprender, pasando a un lado más técnico, es ¿a quién demonios pusieron a cargo de la iluminación? ¿Colores rojo, azul y amarillo directos a la cara? ¿Y no te falta ningún otro color en la ecuación? ¿Un blanco quizá para hacer fotos decentes?
Esto… perdonen ustedes, no volverá a pasar…
Pero, ¿De verdad?
Basta.
El asunto es que también demostraron ser muy ingleses a la hora de moverse por el escenario, dado que se movían muy poco, cosa que hacía más sencillo hacerles fotos, pero, al final, quién más juego daba era el guitarra de la derecha.
Cuando llevaban una media hora de concierto tocó el momento Rat Race. Y menudo tema el que se marcaron.
Al margen, no se puede negar que aunque siguen con una energía increíble para la de tiempo que deben llevar cantando los mismos éxitos, se les notaba algo cansados, cosa que se les puede excusar perfectamente. Estuvieron al nivel que se puede esperar de ellos durante casi todo el concierto.
Llegado ese momento, aparecieron detrás nuestro nuestros queridos colegas valencianos (que son demasiados como para nombrarles cada vez que les hago mención) a los que se les habían unido dos hermanos vascos. Con la tontería empezábamos a tener representación de todas partes de España en nuestra parcelita del camping, para que luego digan que el país está enfrentado.
Al margen, me gustaría saber también cuántos miembros originales estuvieron presentes aquella noche, siendo conscientes de que el trompetista Rico Rodríguez (presente en el videoclip de A Message To You Rudie), falleció en 2015.
Después, el guitarra, se marcó un cover de Redemption Song alucinante, con una iluminación (ahora sí) perfecta para sacarle como si fuese el mesías negro, con una harmónica y un violín añadidos que no hicieron más que augmentar la epicidad del momento.

Lynval Goldyng gozándolo muy fuertemente encima del escenario. Guitarra de The Specials.
Me parece increíble cómo algunas de sus letras siguen siendo realmente vigentes, como por ejemplo la del tema “It Doesn’t Make It Allright” que trata el gran problema del racismo que debía vivirse en las calles de Inglaterra allá en los 70’s y que por desgracia, aunque en no tan gran medida, se sigue viviendo.
A la hora de concierto exacta llegó el momento que todos estábamos esperando. El momento de “A Message To You Rudie”, que tocaron de una forma que sólo puede vivirse.
Pero no se conformaron con sólo eso, ya que siguieron con “Monkey Man” de Toots & The Maytals, cosa que nadie se esperaba. La rasgaron de forma más agresiva, más ska que la original, pero aun así maravillosa. Era curioso y divertido escuchar el tema sin ese característico acento jamaicano.
Pero ahí tampoco acabó todo ya que después de tocar otro par de temas suyos más, se lanzaron a por el maldito “Guns Of Navarone” de los grandísimos Skatalites.
Como os imaginaréis estábamos todos flipando.
Que regalo de temas, que regalo de concierto y que regalo de festival estaba yo viviendo.
Acabaron con el único tema con el que podían acabar: “You’re Wondering Now”, que es básicamente una despedida a lo ska old school, cosa que, sinceramente, siempre mola.
Después de aquél conciertazo me fui directo al Media Center, donde nos permitieron conocer al grupo a tres afortunados. El día empezó oscuro y triste y acabó brillante e increíble, pero de luto igual.