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11/02/2022Había mucha expectación por ver de nuevo a Bryan Adams sobre el escenario del Palau Sant Jordi. Lo hizo por última vez en 2019 y esta vez, y contra todo pronóstico debido a la situación actual, el motivo era la presentación del que será su nuevo disco ‘So Happy it Hurts’, que saldrá a la venta el 11 de marzo de este año y que da nombre a la gira.
Era el primer concierto internacional de gran envergadura del año en el Sant Jordi desde el de los Jonas Brothers del pasado febrero de 2020, y tanto público como banda se hicieron notar para que la alegría y el rock no dejaran de fluir durante las dos horas que duró el show.
El pistoletazo de salida lo dió con tema nuevo, Kick Ass, para luego dar rienda suelta a los más clásicos, algo que suele hacer el canadiense, asegurarse que el público se emociona concierto tras concierto con sus grandes éxitos, ya habrá tiempo en unos años más de cantar temas más recientes, no?
Como buen anfitrión de fiesta, se dirigió a su público en catalán: ‘Em dic Bryan Adams i serè el vostre cantant aquesta nit’ y seguidamente con Shine a Light el estadio se iluminó con las linternas de los móviles del público, que volvieron a iluminarse varias veces más durante el concierto, ya que sonaron muchas de sus míticas baladas como Heaven, (Everything | Do) I Do It for You o Have You Ever Really Loved a Woman?, con homenaje incluido a Paco de Lucía y finalizando la canción con un tierno ‘really really loved a catalan woman’ que seguro derritió más de un corazón en las primeras filas.
Con los primeros acordes de Summer of ‘69 el público se levantó y coreó toda la canción a pleno pulmón, a pesar de que en su momento este tema no tuviera un gran éxito, el paso de los años la ha convertido en una infaltable en las listas de reproducción de todo el mundo. Siempre será verano del 69 en nuestros corazones.
El momento más curioso y entretenido de la noche fue cuando Bryan pidió al público que le dijera canciones y que él y su banda las intentarían tocar, y así fue. Salieron a la palestra The best of me, Take me back, Somebody y Do I have to say the words?, una iniciativa divertida ya que permite a la banda improvisar sobre el escenario, y salieron airosos. Es algo que se podría llegar a implantar en todos los conciertos, dar opción al público a tomar las riendas del concierto durante 2/3 temas.
Ya en los bises sonó el tema que da nombre a la gira, So Happy it Hurts y siguió con Never Gonna Rain, prácticamente estrenándola sobre el escenario y así cerrar los únicos tres temas nuevos que cantó en esta noche.
Entonces la banda se fue y el canadiense cerró el concierto en acústico, primero con la armónica cantó Straight From the Heart y tras grabar un segundo vídeo para su instagram con las linternas de los móviles encendidas de nuevo entre el público, finalizó el recital con All for Love.
Nos despedíamos así de Bryan Adams, que fue el primer concierto del año en el Palau Sant Jordi y, esperemos, vengan muchísimos más después, sobre todo de corte internacional.