XXIV Feria Internacional del Disco de Barcelona

Yo ya llevaba tiempo detrás de este evento. Hacía por lo menos tres años que me quedaba con las ganas de bucear entre vinilos, CD’s e incluso cassettes.

La XXIV se acercaba (13-15 oct.), y como de costumbre, tenía lugar en la Estació del Nord. Este año contaba con algo que los años anteriores no tenía y que me permitió entrar a presenciar tal paraíso. Fui en representación de este blog, Metronome, junto a la enviada por parte de FreeWorld, Sofia Ivaseta.

Veréis, entrar en la feria, ya de por si, cuesta 6€ que, injustamente, no todos los melómanos pueden permitirse, dado que allí ya se va a buscar joyas más baratas de lo habitual.

Al entrar nos encontramos de cara con una cafetería, y detrás una serpiente de stands repletas de vinilos de todos los géneros y grupos imaginables. Estábamos los dos alucinando, y como no podía ser de otra forma al vernos en tal escenario, no tardamos en pillarle el truco a aquello de pasar vinilos a velocidades físicamente improbables de alcanzar, intentando así escanear visualmente el mayor número de portadas de álbumes posibles en busca de la joya deseada.

Así descubrimos el Exodus de los Wailers, en perfecto estado, a la venta por 60€, así como el Horses de Patty Smith por 50€… pero todo aquello estaba lejos de nuestro alcance. Yo apenas llevaba 10€, con los que pensaba que saldría, pero no todo estaba tan perdido como parecía.

Los dos andábamos en busca de aquél gran álbum llamado Plantasia, del más grande todavía Mort Garson, maestro del sintetizador. De haber encontrado ese vinilo desaparecido de la Tierra nos habría dado un pasmo.

Cuando pensé que no encontraría nada interesante nos topamos de frente con un stand enorme en el que se vendían 4 vinilos a 10€ (gracias), y no dudamos en volver a ponernos manos a la obra. Sofía encontró primero el Teaser And The Firecat de Cat Stevens (AKA Yusuf Islam). Nunca pensé que lo tendría en vinilo. Recuerdo cuando perdí el CD que había por casa. Lo he recuperado de forma más grande.

El siguiente lo encontré yo, el Eye In The Sky, de aquél grupo de los 60’s llamado The Alan Parson’s Project, liderado, como el nombre lo indica, por Alan Parson. Había escuchado temas de este álbum antes (Eye In The Sky, Sírius…) y me había quedado claro que poseer un vinilo del año de salida era prácticamente obligatorio. Ya tenía dos.

Mientras, Sofía se había rendido y marchado a un stand cercano en el que había CD’s, que a ella, al no tener tocadiscos, le salía más rentable.

Yo no podía dejar escapar la oportunidad y seguí escaneando a la velocidad de la luz, cuando de repente entre otros dos álbumes, se me descubrió el Out Of The Blue, de ELO (Electric Light Orchestra), otra adquisición obligatoria. La descubrí gracias a Richar, cuyo nombre en twitter es el mismo. Van tres.

El cuarto lo encontré de casualidad, había escuchado a Bruce Hornsby desde hacía algunos años y al toparme con el The Way It Is, no me pude resistir.

Fui a buscar a Sofia, nos quejamos un poco de lo agobiante que podía llegar a ser aquello y de las obras maestras que habíamos visto, y nos marchamos a buscar la cena.