Iván Ferreiro, un concierto lleno de emociones, reflexiones, conexiones y, sobre todo, calidad musical

El pasado jueves 30 de noviembre Iván Ferreiro, uno de los máximos representantes del pop-rock-indie de nuestro país, secundado por su inseparable hermano Amaro Ferreiro a la guitarra y el resto de la banda compuesta por Ricky Falkner al bajo, Emilio Saiz a la guitarra solista, Pablo Novoa a las teclas, Xabier Molero a la batería y Sergio Martínez en las programaciones, teclados y guitarras de acompañamiento, presentó su nuevo álbum “Trinchera Pop” en uno de los puntos de referencia donde poder asistir a los mejores directos en la ciudad de Barcelona, la icónica sala Razzmatazz.

El vigués, que lleva más de treinta años encima de los escenarios deleitando a su fiel público, presentó todos los temas de su nuevo disco, un trabajo que desprende un proceso creativo evolutivo, mucho más maduro, algo diferente e innovador respecto a sus últimas creaciones, pero en el que deja evidente ese sello personal que tanto le caracteriza y que tanto nos apasiona como poeta y orador en las letras de sus canciones y como artista en su inconfundible voz y en las composiciones musicales únicas llenas de ritmos vibrantes.

El concierto duró algo más de hora y media y combinó las nuevas canciones del disco sin olvidarse de alguno de los temas de siempre y que fueron ejecutados con una calidad e intensidad propia de la banda, generando una simbiosis de emoción única con el público allí presente. Iván Ferreiro abrió el concierto aproximándose al proscenio mientras alzaba su vaso y brindaba con el público catalán para posteriormente adentrarse en sus sintetizadores y samplers postrados en el centro del escenario.

Los Ferreiro y los suyos iniciaron la noche interpretando el tema “Canciones para no escapar”, una canción con la que dejaban claro cómo iba a progresar el espectáculo, una confidencia que va in crescendo y que combina esos sonidos electrónicos característicos de este nuevo disco con las guitarras y sonidos más contundentes. La verdad es que no hubo a penas descanso entre canción y canción, entre las que destacaron “La humanidad y la tierra” con ese sampler inicial del mítico programa “El hombre y la tierra” de Félix Rodríguez de la Fuente, “Dejar Madrid” con el que se pudo ver al Ferreiro más reconocible o la potente electrónica y la psicodelia combinada con los guitarreos que caracteriza al temazo “Miss Saigon”.

Cuando ya se alcanzaba casi la primera hora del evento, y con el público puesto a sus pies, enlazaron dos icónicos temas como son “El equilibrio es imposible” y ”Pensamiento circular” con el que despertaron un sinfín de emociones a los que lo pudimos disfrutar. Y hablando de emociones, la que nos dejó el propio Iván Ferreiro quien se acabó derrumbando y llorando tras interpretar la preciosa canción “En el alambre” en medio de una aclamada ovación que le ofreció el público del Razzmatazz. Cabe destacar la interpretación del mítico tema “Años 80” que le acompaña desde su etapa en la que lideraba “Los Piratas” y el teórico cierre de concierto con la brutalidad “Turnedo”. Digo teórico cierre porque, antes de fundirse en un abrazo conjunto en el centro del escenario para despedirse de su público, quisieron acabar tocando “En las trincheras de la cultura Pop”.

Iván Ferreiro nunca dejan a nadie indiferente, hay una mezcla de sonidos únicos, inconfundibles, con unas letras magistrales y profundas, pensadas y trabajadas al máximo con las que sabe compaginar de manera magistral la electrónica, el pop y el rock.