Elvis Perkins a ritmo de rock psicodélico y reggae
26/11/2018Larkin Poe nos traerán una buena dosis de roots rock americano a Barcelona
28/11/2018En búsqueda de las peores tentaciones y bailando más de doscientas canciones, Dorian reaparecía en Razzmatazz (Barcelona) bajo una inmensa nube de confeti y de los preceptos de La isla, el tema más resultón de su nuevo trabajo Justicia Universal (Nacional Records, 2018).
Tras doce meses de intenso trabajo, un envolvente de pop con una ligera carcasa electrónica, han permitido a la banda catalana recorrer gran parte del planeta convirtiendo en un hervidero prácticamente cada rincón que pisan.
Después de tres noches mágicas y muy intensas en la Riviera (Madrid), la banda pilotada por Marc quiso mostrar su lado más cercano y profundo frente a un público aparentemente emocionado que colgaba el cartel de sold out en una de las salas más emblemáticas de la capital catalana.
El temblor, uno de los temas estrella de La velocidad del vacío (PIAS Spain, 2013), fue el elegido para desatar la sonrisa y la ternura de sus fieles, que aún se resentían del flechazo de Verte Amanecer.
Llegó el momento de Lisandro Montes, que junto a sus baquetas y sobre lo más alto del pódium, tomó las riendas de la sala y protagonizó el momento más festivalero de la noche lleno de Vicios y defectos, tema en el que Javiera Mena pone voz en el nuevo álbum.
Esta vez no hubo invitados, pero sí Buenas intenciones y un pedacito del corazón de todos que se derretía en “la patria con mar”, la querida Barcelona con el sentido Llévame.
“La canción que sabes que tiene que estar”, así es como bautizó Marc Hasta que caiga el sol, probablemente el tema que ha catapultado a la banda hacia lo más alto del panorama musical actual, fue el primer tema elegido para formar parte del nuevo álbum y para dejar a todo el mundo casi sin aliento.
Todos la echaban de menos, no podía faltar, A cualquier otra parte, el himno por el que todos les conocen, protagonizaba la traca final junto a Cometas, Solar y La mañana herida.
“Nos gustaría acabar montando una buena rumba. Coged vuestros teléfonos y vamos a hacer libélulas”. Así es como la intentona de Marc dio paso a uno de los momentos más esperados de la noche. Éste lo protagonizó La tormenta de arena, para muchos el insustituible temazo de Dorian que dejaba a todo el mundo sin palabras junto a unos globos gigantes que se negaban a acabar con la fiesta.
No podía esperar más. En algún momento tenía que llegar. Nadie se movió para rendir homenaje a Los amigos que perdí, tema con el que la banda se despidió seguido de una cover de Tristeza con el que Marc quiso “alargar el coito” y poner la guinda a una actuación que quizás, dejó a algunos con algo de energía en la recámara.
No cabe ninguna duda que Marc se ha desatado por completo. Junto a una de las protagonistas de la banda como Belly (teclados), ha descifrado el lado más reflexivo y sentido de su carrera y ha dado paso a todo un fenómeno musical sin perder ni una milésima parte de su identidad.