Aquél día que Koers nos invitó a volar y ni la lluvia nos pudo parar

Pues no es por nada, pero Koers ha sacado nuevo disco. Por fin. Después de esperarlo tanto tiempo. Cualquiera pensaría que la cuarentena les habría achantado, pero quizá nos olvidamos que la gente de Lleida vienen a ser los vascos de Catalunya. A Koers no les para ni el Koronavirus (sí, ya sé que se escribe con C, pero me quedaba bien, permitidme la licencia), y a mi, ya me parece tremendamente correcto.

Nos encontramos ante un trabajo de 12 temas, empezando por "Som", que vendría a recordarnos aquél espíritu valenciano de Aspencat mezclado con un poco de reggae comercial catalán y algo de techno. Para ser el primero, no se parece a las otras canciones en catalán que hemos visto hasta ahora. Esta vez también os digo que me voy a mirar las canciones tres veces si es necesario, ya que no quisiera yo que se repitiese el asunto del "Dandile" que era realmente un "Don't delay". Qué tiempos aquellos en los que podíamos ir a cubrir conciertos y festivales a montones.

Quizá sería interesante, antes de seguir, mencionar que no hemos desaparecido, sólo estamos observando desde nuestras casas cómo el panorama musical global se derrumba, esperemos que no para siempre, y entre tanto, aquí están Koers, arrojando algo de luz sobre esta situación tan turbia. Y quizá sea importante mencionar también que este artículo está hecho para esucharlo con la playlist sonando primero, y después para leerlo otra vez escuchando las referencias musicales mencionadas en lugar del álbum.

Seguimos con "África", un tema dedicado a las raíces. Con un ritmo que nos puede trasladar muy fácil a la savana, o si más no a algunos temas de Johnny Clegg, incluso Paul Simon, este ya se va a quedar para siempre conmigo. De hecho, me recuerda enormemente a esta versión del "Crazy Love Vol. II" de Paul Okenfold. Como bien dicen, África es color, África es amor, y desde luego, musicalmente no va a haber quien les lleve la contraria. En cuanto a la lengua "desconocida" del estribillo, Kelly, el vocalista, nos cuenta que es Igbo, una lengua de Nigeria, y lo que se dice, básicamente vendría a ser "bella tierra, dulce tierra".

La siguiente es "Ballarem", algo más indie todavía, con un toque al "Alive" de Madden pero más sutil, a medio camino del reggaetón, este, con una letra más rollo "Fins Al Final", de su anterior álbum, podría convertirse perfectamente en tema del verano. De hecho, me sentiría tremendamente decepcionado si no ocurre. Dejaos de "Resistiré" en los balcones, esto es lo que hay que poner.

"Als Teus Peus" es bastante más roots de lo que hemos visto hasta ahora, mezclando catalán e inglés y con la colaboración de Catarres, suena a "We Are The World", aunque por lo que parece esta semejanza salió de la improvisación más pura, y no de la inspiración en el ya mencionado famoso tema. Casualidades. Quizá sean las ganas de concierto, o quizá sean las ganas de poder ir al paraíso este año otra vez, pero no os miento cuando digo que me ha llevado muy fuertemente a mi querida ciudad del Rototom.

"Interlude" es un interludio pero de verdad, se desmarca de todo lo que han hecho hasta el momento, es un grito literalmente que no sé ni como clasificar, quizá se mueve entre el gospel y el canto profundo y tranquilo. No sabría decir ni a lo que me recuerda. Será un minuto y medio, pero menuda potencia, tu.

Y os diría que no me sorprende, pero os estaría mintiendo. Para "Paradise" el que han creado ellos con esta burbuja temporal. El beat es un corazón en paz, prácticamente salido del nyabinghi. No se me ocurre mejor descripción. Puede sentirse profundamente. Vaya bastada.

Seguimos con "Grito", que vendría a ser una dada de vuelta al ska más puro, pero en castellano. Necesito un concierto de Koers, y lloro muy fuerte ante la imposibilidad del asunto hasta ve tu a saber cuando. Yo si que voy a acabar gritando. Dan ganas de ponerse a bailar cual poseído por el espíritu del "One Step Beyond". Un monstruo de tema.

Creo que no estoy haciendo justicia con lo escrito, así que os voy a dejar el resto de temas a vosotros. Dejad que os remuevan de arriba a abajo y de izquierda a derecha. Cuando veo un anuncio de nuevo disco de la banda que sea, siempre acabo rezando para que no sea decepcionante, y pocas veces es una reafirmación tan bestia de su música como ante lo que nos encontramos. Lo que ha parido Koers es historia del reggae en Catalunya, y si no, tiempo al tiempo. Van a llegar todo lo lejos a lo que The High Connection habrían llegado si no hubiesen renunciado a ello. Os quedan por disfrutar cinco temas más, entre los cuales hay una colaboración con Lildami (quien iba a decir que merecería la pena, parece que es mejor colaborando con grupos que en solitario) y otro con Itaca Band.

Aún así, me veo obligado a comentar que el tema que cierra el disco, "A New Day", es digna de Damian Marley, de hecho la perfección habría sido una colaboración con él o con Koffe, ya que para el estilo raggamuffin que desprende habría sido una combinación de fantasía. Dejadme seguir soñando, que no hago daño a nadie.

Hacía años que no me pasaba algo así, pero me ha dado lástima real terminar el disco. Hay ganas de más. Se hace corto, menudo hype. Aquí huele a bucle veraniego para fipar.

En mi ránking personal en cuanto a músicos de reggae de la tierra, había un empate psicológico entre Adala y Koers, sólo puedo decir que el empate ya no existe, se acaban de coronar como grupo de reggae de Catalunya. Es más, ya que sé que sois de leer las reseñas que os hacen, permitid que os diga que a este ritmo, desde Lleida ciutat, vais a llegar a lo más alto del mundo más pronto de lo que creéis.