Band of Horses: atemporales y poéticos

El pasado 18 de noviembre la Sala Apolo de Barcelona se llenó de público (sold out) para disfrutar del concierto de Band of Horses. La banda desde sus inicios en 2004 en Seattle, nos ha cautivado con sus canciones repletas de letras introspectivas y melodías pegadizas.

A pesar de que el grupo se formó hace más de una década, sus canciones siguen sonando frescas y atractivas para el público. Con una voz carismática y un estilo musical único, Band of Horses logró cautivar a todos los presentes en el concierto y crear una atmósfera mágica en la Sala Apolo.

La banda comenzó con Monsters y con Ben sentado con sus manos haciendo maravillas en el pedal steel, con el que también tocó seguidamente The First Song y ya en los bises, Our Swords.

A partir del tercer tema, se puso de pie guitarra en mano para empezar ya fuerte con Is There a Ghost y no parar a lo largo de las dos horas de concierto de interpretar un total de 22 canciones entre las que se encontraban grandes éxitos como Laredo o No One’s Gonna Love You. Y a partir de ese punto el concierto tomó un rumbo sin freno de grandes éxitos de la banda con un público extasiado coreando y bailando todos los temas, no se salvó ninguno, como Ode to LRC o ya en pre-bises, la más esperada, The Funeral.

Tras un merecido pequeño descanso, salieron de nuevo a escena para terminar el show con la ya comentada Our Swords, Detlef Schrempf y como broche de oro y además repartiendo alegría invitando a todos a saltar y bailar una vez más a todos los presentes, los músicos se lucieron al ritmo de los teclados en The General Specific.

Este último álbum publicado por los de Seattle, Things Are Great (BMG, 2022) significa mucho, ya que se recupera esa inspiración que los llevó al éxito hace ya más de 10 años. Fue una noche inolvidable en la que Band of Horses supo sacar lo mejor de sí mismos y dejar a todos los presentes con ganas de más.