
Hits, fuego y corazones rotos: crónica de una noche con Myke Towers
30/05/2025
Pol Batlle, trovador del siglo XXI
11/06/202514 años han tenido que pasar para que Chayanne regresara a tierras catalanas a presentar sus éxitos. Con una energía envidiable a su edad, nos sigue demostrando que está más vigente que nunca en los escenarios y que tendremos Chayanne para rato.
El autor de "Salomé" y "Torero" con su amplio repertorio de canciones nos hizo viajar no solo a nuestros recuerdos adolescentes, sino que también nos transportó a parte de nuestra infancia, cuando recién se empezaba a hacer conocido en Latinoamérica principalmente.
Siendo las 21h clavadas en el Palau Sant Jordi, comenzó una presentación cargada de nostalgia con un medley de "Bailemos otra vez / Salomé / Boom Boom". Una inyección de adrenalina para sus fans más fieles que explotaron de euforia desde el principio.
El ambiente ya estaba preparado para lo que vendría después, con una amalgama de grandes temas que marcaron muchos momentos de su carrera como “El centro de mi corazón”, “Provócame” y “Caprichosa”.
Un momento de respiro se tomó para hablar con el público y agradecer a su público: “ha pasado mucho tiempo, pero siempre he estado cerca de ustedes a través de la música”, declaraba frente a un Palau Sant Jordi repleto de público. “Esta noche ustedes mandan y yo obedezco", era la premisa del artista puertoriqueño para continuar con el show.
Y el público respondía con mucha calidez cuando en “Atado a tu amor” bajó a recibir ese cariño, saludar a sus fans y recibir unas rosas de regalo que luego las repartía entre todas.
Después de ese momento, hizo un breve cambio de vestuario y regresó para una sesión cargada de nostalgia y romanticismo. Interpretó algunas de sus baladas más icónicas como “Y tú te vas” (en su versión de Franco de Vita), “Yo te amo”, “Tu pirata soy yo” y “Completamente enamorados”.
“Me hacían mucha falta gente bonita”, declaraba un Chayanne emocionado por la calidez del público. Y es que este concierto, si no hubiera sido por la pandemia, hubiera sido antes, nos contaba. Le puse a la gira el mismo nombre del disco “Bailemos otra vez”, porque tenía muchas ganas de bailar con ustedes de nuevo, nos confesaba.
Fue inmediatamente después de este momento, cuando nos llevó a viajar a los inicios de su trayectoria: “Es hermoso comenzar una carrera sin saber lo que depararán los próximos diez años sobre el escenario. Han sido muchas canciones, muchos discos, algunos más conocidos que otros, pero todos interpretados con el mismo amor y entrega de siempre”, recordaba.
Sonaron temas como “Palo bonito”, “Este ritmo se baila así” y la mítica “Fiesta en América”. Las banderas de países como Colombia, Chile, Venezuela, México y Argentina ondeaban con orgullo, reflejando la unión que el artista despierta en toda la comunidad latina.
Antes de continuar su show con “Si nos quedara poco tiempo”, Chayanne se tomó un momento para hablar directamente al público. Con su estilo coqueto y cercano, comentó entre risas: “Yo escucho todo lo que dicen… y muchas veces me gustaría saber lo que están pensando”. Hizo una breve pausa y añadió con picardía: “Aunque creo que pienso lo mismo”, provocando una carcajada general entre sus fans.
"Voy a llamar a mi papá y le voy a decir que estuve en Barcelona y que el público estuvo divino", dijo, arrancando risas y aplausos. Enseguida, se puso más reflexivo: “el tiempo que compartimos con quienes nos quieren es lo más valioso que tenemos. Un abrazo dice mucho de lo que sientes”, afirmó antes de extender los brazos al aire: “Así que Barcelona, yo os abrazo a todos desde aquí”.
Esa conexión tan genuina continuó con “Te amo y punto”, una canción que, como él mismo confesó, tiene una letra sencilla pero un significado muy grande. Las luces bajaron, y su voz llenó cada rincón del recinto con una ternura que solo él puede transmitir.
La fiesta no tardó en subir de intensidad. Sonaron temas como “Humanos a Marte” y “Como tú y yo”, que pusieron al público a bailar y cantar a partes iguales. Pero el momento de despegue llegó con “Madre Tierra (Oye)”, un himno al ritmo y la alegría. Todo el Palau Sant Jordi coreó el tema al unísono mientras Chayanne nos animaba con esa vitalidad tan suya.
Uno de los puntos álgidos de la noche fue “Dejaría todo”, seguida de una tanda de bises que nos recordó por qué llevamos décadas siguiéndolo. Y por supuesto, no podía faltar el clásico de los clásicos: “Tiempo de vals”.
Más tarde, llegó uno de los momentos más divertidos y memorables del show. Mientras sonaban ritmos de bachata, Chayanne invitó a una chica del público a subir al escenario. Entre risas y complicidad, y luego, en tono pícaro, él le indicó que se dirigiera al camerino, desatando una ovación general.
Con “Un siglo sin ti”, interpretada en una versión más bachatera, preparó el terreno para lo que estaba por venir “¿Qué quieren ahora?”, preguntó con picardía. El público no dudó ni un segundo: “¡Torero!”. Y así fue, cerró la noche con “Torero”, desatando la euforia colectiva.
Chayanne no solo regresó a Barcelona, sino que lo hizo con el corazón en la mano, entregándose por completo a un público que, sin duda, lo esperaba desde hace mucho tiempo con los brazos abiertos para bailar otra vez con él.