Fin de gira para The Crab Apples en Barcelona
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19/10/2019Se venía una noche chingona, como dirían los mexicanos. La [2] de Apolo acogía la noche del 12 de octubre un concierto no apto para todo el mundo, o sí. Si hay que hablar de grupos que tocan cualquier género en sus canciones, hay que mencionar a Jenny and The Mexicats.
Jenny y los suyos se dejaron caer en la ciudad condal para presentar su último disco, Fiesta Ancestral (Autoproducido, 2019), recién salido del horno, y vaya si fue una fiesta, pero es que ellos supieron perfectamente como animar a su público. En la acogedora [2] de Apolo, Jenny y los suyos fueron acogidos con mucho cariño. Y ellos se dejaron querer.
El público que había -mucho mexicano-, fue suficiente para convertir el espectáculo en algo mucho más cercano, acogedor. Y Jenny and The Mexicats también se sintieron como en casa, tanto, que ella se permitió empezar ya descalza, mientras el resto del grupo ejercía de hombres orquesta, inaugurando con Me and My Man.
Hablar de Jenny y sus Mexicats implica hablar de mezclas, tantas como los orígenes de los componentes del grupo, hasta tres lugares han permitido al mundo disfrutar de su música: Londres, Madrid y sobre todo México. Ritmos latinos y urbanos se dieron la mano mientras sonaba Me voy a ir para terminar de enamorar al público. Y eso que la noche acababa de empezar.
Era fácil querer a Jenny, que nos seguía haciendo viajar por todo el mundo. Why why? cantaron, lo mismo que debía pensar todo aquel que estaba en el concierto: ¿por qué habían tardado tanto en dejarse caer por Barcelona Jenny and The Mexicats? Solo ellos podían inventarse algo como la "cumbia británica”.
Pantera, guitarrista y conductor de la noche, hacía las veces de traductor de Jenny Ball, inglesa de pura cepa. Parece que uno de los requisitos para entrar en el grupo es ser persona multiusos, ya que todos y cada uno de los componentes terminaban tocando más de un instrumento, y hacer alguna que otra función extra. La noche siguió con No dejes de quererme, algo que no tuvieron que repetir mucho durante toda la noche, era sencillo querer a Jenny and the Mexicats. Lo curioso era ver a la cantidad de mexicanos presentes.
Nos hicieron “bailando con las farolas”, otro de los temazos del nuevo disco o Thinkers and Misfits. Teniendo en cuenta lo reciente que es el disco, fue maravilloso ver como todo el público se sabía las canciones.
De salto en salto de género musical con su repertorio, del rock al ritmo latino o al reggae, y haciéndolo como si fuera fácil, siguieron innovando y presentando géneros como una "cumbia sabrosa" mientras pedían Otra oportunidad y la platea se la dio encantada. Por eso no es de extrañar que Vetusta Morla hiciera un tema con Jenny and The Mexicats y no se equivocaron. El Telón fue el fruto de la colaboración entre los chicos de Vetusta y los de Jenny, y no decepcionó.
Van llegando a la parte final, por el Boulevard, regalando toda una fiesta ancestral a un público apretado en las primeras filas, que recibió con entusiasmo el momento en el que Jenny se quedó sola en el escenario, únicamente con su guitarra para cantarle al público. La Fiesta terminó por todo lo alto, subiendo a público al escenario y con Pantera y Jenny, ya entre los asistentes, caminando por la sala, bien cerca de sus fans.
Se van en verde, Verde más allá, y con el salto final de Jenny para cerrar este recital de ritmo, mezclas y amor por la música. Tanto amor, que una vez finalizado lo que tenían que tocar, regalaron a su público un momento mágico: tocar de manera improvisada canciones de la cultura mexicana que todo el mundo sabía, Gimme The Power, por ejemplo.
Y esa noche, Jenny and The Mexicats se merecía todo el poder.