Sorpresa! Weezer publica un álbum de versiones
24/01/2019Zahara hace flotar a su tripulación en Barcelona
28/01/2019Sonrisas, un buenrollismo generalizado y un sold out muy prometedor, se dieron cita con todos aquellos asiduos al Let’s Festival, que en su nueva edición de 2019 se ha hecho dueño de las moderneces más prometedoras y consagradas del momento.
Aún un poco desconcertadas, no del todo finas e inmersas en su característico entusiasmo, las Cariño tomaron las riendas de Salamandra. El trío madrileño no dejó de mostrarnos sus destellos de entusiasmo y una magia un tanto pegajosa, que llegaron de la mano de temas como “Mierda Seca” y “Nada Sigue Igual”.
Paola, Alicia y María, pusieron patas arriba a un público ansioso por respirar los aires de La Casa Azul, mostrando el lado más festivalero de su nuevo álbum Movidas (Elefant Records, 2018) junto a sus hits “Bisexual” y “Canción De Pop De Amor”.
Pese algunas novatadas del directo, no cabe duda que su cursipop mola, y mucho. Sin dejar de lado sus edulcoradas canciones, son capaces de mostrarnos un gran repertorio de sátiras e idioteces absurdas, que no distan ni un milímetro de la realidad actual.
Los rezagados del Let’s aún hacían cola para el guardarropa, cuando La Casa Azul asaltó la Salamandra con una puesta en escena de todo menos pretenciosa. “Podría Ser Peor” fue el tema elegido por Guille Milkyway para crear una especie de morfogénesis mental, que se apoderó de nosotros durante toda la noche.
La euforia inicial, puso en bandeja la presentación de su nuevo trabajo “El Amor Eterno”, un tema más profundo y sentido que empieza a hacerse hueco entre los algodones de los festivaleros temazos de La Gran Esfera (Elefant Records, 2018).
Tras algunos viejos y míticos temas, llegó el turno de “A T A R A X I A”, una especie de fenómeno capaz de llegar hacia un mundo tan introvertido y misterioso como mágico.
Llegó el momento de empezar a latir, de volver crear. Guille y los suyos (y no menos buenos), catapultaron su actuación hacia lo más alto con el que quizás, es el nuevo tema preferido de sus incombustibles fans “El Momento”. Sin saber cómo ni por qué, una efervescencia envuelta de sonidos urbanos y atrapantes, se apoderó de nosotros antes de traspasar nuestros oídos.
A buen seguro, que “La Revolución Sexual” acabó de tumbar hasta el último resquicio heteronormativo de una sala capaz de fluir sin ningún tipo de complejo. “Podría Ser Peor”, pero no mejor, bajo un temporal que amenazaba con explosionar y acabar con los restos y desechos de todos los asistentes, aún quedaba fuerza para saltar sin parar y alcanzar un equilibrio emocional momentáneo pero no menos apasionante. Por si acaso, “Como Un Fan” se encargó de meterse en el bolsillo a aquellos indecisos que aún dudaban del talento de este fenómeno musical.
La Casa Azul se despidió a lo grande con “Nadie Pudo Volar”, que puso la guinda a una fórmula cuanto menos exitosa, que demuestra con creces que lo viejo con lo nuevo funciona y que su fusión se proyecta de forma incontrolable.
Es innegable que la nueva apuesta, algo fracturada por ritmos urbanos, alejada de los cánones del inmovilismo y envuelta en sus voces sampleadas, se ha convertido en todo un fenómeno difícil de detener.