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Último fin de semana de enero y un nuevo concierto del 20º Festival Mil·lenni en la Sala Apolo que cierra taquillas con Sold Out. Esta vez es Zahara la que tiene motivos para celebrar y, os avanzamos acontecimientos, montar una buena sobre el escenario del Apolo, una sala que precisamente le va que ni pintada teniendo en cuenta el nombre de su nuevo disco, Astronauta (G.O.Z.Z. Records, 2018) y de la gira en la que lo presenta, El Viaje de la Astronauta, cosa que ella misma comentó al empezar el concierto.
A cinco minutos del despegue, a oscuras, empieza a sonar Space Oddity de David Bowie, el 'temón' perfecto para preparar a consciencia a la tripulación para lo que se venía durante las dos próximas horas. Y con los ojos brillantes de la emoción, el público gritó al ver salir a Zahara a escena junto a su equipo formado por Manuel Cabezalí (guitarra), Martí Perarnau (teclados), Carlos Sosa (batería) y Pablo Pérez (bajo) para seguidamente empezar a sonar David Duchovny sin parar de saltar y de emocionarse al ver al público brincar a la vez, un público que, tal como ella dijo 'os habéis multiplicado en 10 años, ¿os habéis hinchado a comer o que?' dando paso así a un concierto que además de tener un setlist perfectamente estructurado, no le faltó el buen humor.
No faltaron temas de sus discos anteriores como El frío, La Gracia o El Deshielo temas marca de la casa Zahara, aquellos que fueron los que nos enamoraron hace ya unos años de su anterior disco, pero que no caducan nunca, y temas del nuevo álbum como Multiverso, Big Bang o El Astronauta, que crean atmósferas cósmicas y que han sido tan bien acogidas por el público.
A mitad de concierto la banda abandonó el escenario para quedarse Zahara sola, guitarra en mano y así hacer las delicias del público primero con una historia previa a la canción Adjunto foto del Café Verbena, una historia que implicaba hacerse fotos turísticas en el mismo lugar que lo habían hecho sus padres, balnearios y plazas llenas de octogenarios bailarines pero a la vez profesionales del recoger todo a las doce en punto.
Pero el momento piel de gallina de la noche fue cuando, y tras explicar que durante mucho tiempo esta canción había sido muy dura para ella y que la había dejado de cantar en los conciertos, ahora la volvía a tocar ya que 'ha pasado mucho tiempo y lo que me toca ahora de ella ha conectado con tanta gente que ahora es la historia de muchos de vosotros, me agarro a la emoción compartida' y dedicó Con las Ganas a todos aquellos que alguna vez le pidieron la canción en un concierto y ella les dijo que no, consiguiendo que toda la Sala Apolo se silenciara para escucharla interpretar con todo el sentimiento puesto en su voz.
La recta final no defraudó a nadie, interactuando con el público con Caída Libre, e incluso bajando a bailar a la pista junto a dos bailarines durante el final de fiesta protagonizado por el primer single de Astronauta, Hoy la Bestia cena en Casa, un alegato contra los políticos cínicos, el "poder sin empatía" y la gestación subrogada.
Hacía tiempo que no veíamos a un público mostrar tanto cariño hacia una artista, y Zahara lo consiguió el sábado ante una Sala Apolo a reventar y con las emociones a flor de piel.