Menudo trío forman Orishas. ¡Que orgía de concierto!
25/11/2018The Sheepdogs, envidiable compenetración y melenas al viento
26/11/2018El pasado lunes 19 de noviembre los fans de Kool and the Gang tuvieron una cita con la mítica banda de New Jersey para disfrutar de los hits de la banda en el Gran Teatre Liceu de Barcelona dentro del vigésimo Festival Mil·leni.
Con un Liceu lleno, la banda de R&B fue apareciendo al escenario minutos más tarde de las nueve, acompañados de una rítmica y pegadiza introducción, cuando todos los integrantes de la numerosa banda estuvieron en el escenario, empezaron su actuación con Tonight, seguida de Fresh. También le dedicaron Joanna a todas las mujeres presentes en la sala.
Kool and the Gang pese a tener más de cincuenta años de longevidad, es una banda que ha demostrado lo adaptable que es, con el tiempo se han ido añadiendo más y más integrantes y han sabido demostrar que pese a ser creadores de grandes hits discotequeros, que aún hoy en día podemos escuchar en ciertas salas cuando salimos de fiesta, también interpretan canciones más actuales de otros músicos.
Algo que hay que destacar de esta agrupación musical es la calidad de sus instrumentos de viento; el saber compaginar hasta cuatro instrumentos de viento y no perder la esencia R&B y Boggie no es fácil. Por supuesto no pudieron faltar sus grandes éxitos conocidos por todo el mundo y por varias generaciones como Get Down on it o Ladies Night que hicieron que el poco público que pasó la mayor parte del espectáculo en su asiento, no pudiese evitar levantarse y bailar dejándose llevar por el ritmo de la música.
También queremos destacar la transición entre el espectáculo y el bis. El batería, Timothy Horton, hizo un solo que acompañado con un fantástico juego de luces dejaron a todos los presentes boquiabiertos. Y para terminar la noche interpretaron la imprescindible Celebration. La experiencia que tubo el equipo Metronome al asistir a este concierto fue un constante flujo de buen rollo y diversión constante que no nos permitió estar mucho rato con el culo en la butaca.