Pablo Alborán llena el Palau Sant Jordi y los corazones de todos sus fans

Empieza la abrumadora y romántica travesía que nos brinda Pablo Alborán. Barcelona estaba impaciente por recibir a este artista malagueño, lleno de sueños, movimientos y pura sensualidad. Nominado a 29 Grammys Latinos y por el momento condenado a no ganar ninguno, sigamos con esperanza para la próxima.

El Palau Sant Jordi abre sus puertas para dar paso este 18 de noviembre a un merecido sold out que marcará el inicio de una incansable e intensa noche, gracias a The Project. Ya lo tenemos aquí, el público se entrega completamente en cuerpo y alma, las emociones afloran a flor de piel y es que Pablo tiene una puesta en escena imponente, sabe perfectamente que tiene una puesta en escena espectacular, sus movimientos, su carisma, su belleza dentro de un canon social normativo. Es un prototipo perfecto para triunfar, dedica una sonrisa y ya tiene en sus manos al público ganado.

Empieza ‘Carretera y manta’ seguido de ‘No vaya a ser’ esta segunda ya nos deparaba un fuerte inicio de concierto, ya que es una de las canciones más escuchadas de este artista. Una intensidad tremenda, inmersa en los dolores amorosos en constante aparición durante todo el concierto. Empieza ‘Tabú’, y es que irradia luz propia en cada movimiento, es inevitable observar como a pesar de tener letras tan dolosas, emana tanta buena vibración.

Nos presenta su último álbum, ’La cuarta hoja’ (Warner Music España, 2022), una llamada a la suerte y a la vez a un algo imposible de alcanzar, nos abrumó con temas como ‘Voraces’ cambiando la letra para añadir a Barna y ganarse un poco más el corazón ya conquistado de este entregado público. Añadió ‘El traje’, ‘Viaje a ningún lado’ y la gran esperada ‘Ave de paso’, haciendo mover a ritmo desenfrenado cada cuerpo extasiado de romanticismo empedernido y sintiendo la ausencia de Ana Mena en este dueto contundente.

En ‘Tu refugio’ se escuchaban aplausos a sabiendas de que empezaba una oleada de emociones con ese momento que tanto me gusta de el momento ’luciernaga’ donde los móviles se mueven a ritmo de la música asomando sus luces y en este caso un añadido de corazones parpadeantes de un intenso rojo que se podían ver entre el público.

Que ilusión más grande me dio, una invitada y artista de los pies a la cabeza. Silvia Pérez Cruz hizo una aparición estelar en la que no pude evitar sonreír de emoción. Cantando ‘Al paraíso’.

Canción no publicada aún y grata sorpresa, ‘Inciso’. Es un espectáculo digno de ver, pero es que a este artista no le hace falta tener gran cosa a su alrededor, él mismo es una puesta en escena, no son necesarios ni luces ni efectos ni estructuras a su alrededor que ensalcen lo visual. Tiene ese algo especial y una evidente comodidad en escena. Empachada de romanticismo, dramas intensos y movimientos de cadera, me despido agradeciendo muchísimo haber formado parte de este público tan entregado y esta inmersión melódica.