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25/10/2017Aspencat se retira. ¿Què? Caras de preocupación, ¡de pena! ¿Cómo? Se retira temporalmente. Suspiros de alivio, destensión en las caras. Músculos volviendo a su estado de relajación habitual. Último concierto en la Sala Razzmatazz! Emoción, llamadas de teléfono al amigo que tiene todo el merchandising de la banda. Grupos de Whatsapp ardiendo, apunto de explotar. Entradas agotadas. ¿Reventa? No, que es ilegal. No se sabe cómo, al final todo el mundo estaba allí.
Todo el mundo, contando por supuesto al grupo Smoking Souls, originarios de Pego y amigos de Aspencat. Encabezados por Carlos Caselles, tocan un rock a ratos duro, a ratos melódico, a ratos pop, pero todo el rato atractivo, emocionante y de calidad. Las letras también son buenas y comprometidas con los valores que defienden; y la puesta en escena, aunque sencilla, muy resultona. La voz del cantante es peculiar y especial, un poco como el grupo, el único de su estilo en el panorama musical de los Países Catalanes.
Cuando fue su turno, el público se dividía entre los fans que ya han caído en sus redes y los que todavía no eran fans porque aún no han caído en sus redes, pero caerán. Muchos ya cayeron el sábado. Smoking Souls calentaron Razz y cuando ya estaba en el punto de ebullición, Aspencat.
Kiko Tur, Iván Gosp y compañía estuvieron como nunca. Uno se da cuenta de lo importantes que son cuando puede cantar todas y cada una de las canciones que suenan en el concierto. Himnos como Quan caminàvem, Neixen Primaveres, L’últim segon o Música neix de la ràbia están ya, sin duda, a la altura de los grandes hits de otras épocas. A estas alturas, se puede decir ya que existe la generación Obrint Pas, la generación Gossa Sorda y la generación Aspencat.
El concierto fue vibrante. Gente de todas las edades cantando y saltando, no cabía un alfiler. Invitados pasando por el escenario, entre ellos Feliu Ventura, y sumándose a la fiesta. A ratos, el momento político que vive Cataluña se adueñó de la sala: “Els carrers seran sempre nostres”, “Llibertat” o “Sense València no hi ha independencia” son algunos de los cánticos que se gritaron. Esto en absoluto empaña el concierto, ya que es imposible entender Aspencat separándolo del independentismo, la libertad y la lucha contra el poder establecido.
El concierto acabó, pero eso fue lo único que terminó el sábado. Aspencat para, pero volverá. Mientras tanto sus canciones y su mensaje nos acompañarán “quan caminem per la desobediència”.
Recordad que este concierto forma parte de la programación de CURTCIRCUIT, ciclo de conciertos anual que tiene lugar en diferentes salas de nuestro país impulsado por ASACC(Associació de Sales de Concerts de Catalunya)
Texto de: Samuel Martínez
Fotos de: Carla Sam