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26/11/2018Qué envidiable compenetración y qué arte llevan encima The Sheepdogs, con sus peculiares ropajes retro, aparecieron en escena en Barcelona este 21 de noviembre en La [2] de Apolo.
Tuvimos el placer de ver como teloneros a The Kleejoss Band, un grupo de rock, que aunque encajen perfectamente en un perfil de ingleses venidos a España a tocar, ¡Son de Zaragoza! Tienen una potencia en escena muy buena. Además son muy simpáticos, una lástima que no estuviera la sala excesivamente llena. Me gustó el juego de luces nada más empezar, además se escuchaba espectacular cada detalle de los grupos, muy buenos los técnicos de sonido, cosa que no cualquier sala puede estar orgullosa. Hacía tiempo que no iba a Apolo y aún no había apreciado los cambios de la sala, ¡Felicitaciones! Ahora es mucho más acogedor.
Una vez se despidieron The Kleejoss Band, aparecieron puntualmente The Sheepdogs, la sala estaba ligeramente más llena, fue un concierto familiar, me impactó, son un grupo muy bueno, no cabe duda.
Llegaron al escenario con unos atuendos ligeramente peculiares, muy retro de la vieja escuela del rock/country. Empezaron con ‘Who’, qué manera de afinar y qué compenetración más maravillosa entre ellos. Empezaron por la puerta grande, además tienen una presencia en escena potente, cercana, casi parecía que hablaran las guitarras entre ellas, pura magia. Se acercaban sobretodo al público Jim Boskill y Ewan Currie, que para mi gusto forman un dúo increíble.
Jim Boskill es brutal, tenía una presencia y una vestimenta royo mexican que no veas. Un ‘cachondo’ la verdad, prácticamente al final del concierto nos deleitó con un inesperado cambio de guitarra a steel guitar en ‘Let it roll’, que le daba un toque mucho menos rockero y más desfase country.
Generalmente son muy multiinstrumentistas, no dudaron en demostrarlo, Shamus Currie, por ejemplo, en ‘I Aint Cool’ dejó de tocar el teclado y se puso a tocar el trombón, con muchísima precisión en ello. Mientras que pasa a ocupar su lugar en el teclado Ewan Currie, el vocalista principal, mientras canta. Así que, se van rotando más o menos de instrumentos, me sorprendió la variedad, lo hacía menos monótono. En ‘How late How long’ volvieron todos a sus posiciones iniciales.
Se mostraron agradecidos de estar en Barcelona, me encantó el movimiento de melenas al viento y cómo nos regalaron un último tema a pesar de haber cumplido su setlist e ir con el tiempo justo para acabar, ‘Born A Restless Man’. Aquí fue cuando Jim Boskill, se vuelve loco y empieza a tocar la guitarra con la cerveza, marcándose un solo impresionante, fue muy gracioso, además no falló en ninguna nota, solo se le vertió un poco de cerveza en su guitarra Fender. Que viva el rock, si señor, aquí mostró un poquito de locura ‘rocanrolesca’.
Muy agradecida estoy de haberlos conocido en directo. Espectacular, sin duda.