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12/04/2018Lunes de Pascua, llegamos al desenlace de la Semana Santa, al día siguiente toca volver a la rutina, al trabajo, a la universidad, al levantarse temprano… Pero todavía nos queda una última vía de escape, Brett Dennen está en la ciudad y ofrece concierto en el Centre Artesà Tradicionarius, en el barrio de Gràcia.
Se abren las puertas y el público, tanto de aquí como extranjero, empieza a llenar las primeras filas de asientos, con ganas de cervecita y de escuchar al californiano.
Llegada la hora, se apagan las luces y aparece de detrás del escenario Brett con su guitarra y una taza en mano, todo calma. Nada más sentarse se queda pensativo mirando al público y entre sonrisas dice: ‘No sé qué voy a tocar hoy…’, pero acto seguido enchufa la guitarra y empieza a tocar los primeros acordes con los que el público se derrite.
El concierto fue una delicia, y tuvo momentos para todo. En una hora y media dio tiempo a repasar sus grandes temas de discos anteriores y sobretodo sonaron los de su nuevo álbum ‘Let’s, let’s, let’s…’.
No fallaron ‘Let’s’, ‘Ain’t no reason’ o ‘Comeback Kid (That’s my dog)’, con la que todo el público terminó de subidón y dió a pie a que éste empezara a pedirle canciones, ya que él mismo repetía que no sabía que tocar. Finalmente tocó ‘Jenny and Jill’, una de su nuevo EP. Tras un par de clásicos más como son ‘Wild Child’ y ‘San Francisco’ se hecha en su silla, bebe de su taza, suspira pensativo y empieza a tocar ‘She’s Mine’, una balada que dió paso a la fiesta con ‘Already Gone’ acompañado de las palmas del público.
El momento cómico de la velada fue cuando a mitad de ‘Cassidy’ se equivocó con los acordes e incluso con la letra de la canción, causando risas cómplices con el público, al que compensó enlazando el tema con el ‘Don’t Worry be Happy‘ de Bobby McFerrin.
Tuvo también un momento para hablar de su canción ‘When we were young’ y de Trump, comentando que esa canción la compuso años atrás, pero que todavía a día de hoy, a pesar de la situación en América, sigue sintiendo lo que sintió entonces cuando la compuso.
Tras entonar un ‘Solo me quedan dos canciones para terminar’ y un Let’s do this! canta ‘Another Life’ enlazada con ‘Blessed’, dejando de nuevo al público embelesado con su arte de sacarse un concierto entero solo con una guitarra y fantásticos riffs.
Tras abandonar el escenario igual como lo hizo al empezar el concierto, volvió para cantar la última, ‘Sydney (I’ll come running)’ coreada por el público que al finalizar le ofreció una gran ovación. Bien merecida ya que lo que hizo ayer Brett Dennen fue espectacular.
Ya deseamos que vuelva a venir, nunca nos cansaremos de su folk/pop con aires surferos.