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28/10/2024Han pasado casi cuatro décadas desde que Neil Finn fundó Crowded House en 1985, y sigue demostrando que aquella "casa abarrotada" no tiene límites para crecer y evolucionar. El pasado viernes 25 de octubre, el Sant Jordi Club de Barcelona fue testigo del ascenso de la banda por unas nuevas y simbólicas “Gravity Stairs”, el esperado nuevo álbum de la banda, que sigue sumando escalones en el universo del pop melódico de alta calidad. Este artesano neozelandés volvió a hacer gala de su talento, regalando al público esas melodías nostálgicas y pegadizas que marcaron los años ochenta, y que anoche volvieron a la vida con clásicos como “Don’t Dream It’s Over”, “Weather With You” y “Fall at Your Feet”.
La noche la abrió a las 20:05 Liam Finn, un músico neozelandés, cantante, compositor y multiinstrumentista, conocido también por ser el hijo de Neil Finn, líder de Crowded House, quien maravilló a todos los presentes con su rock alternativo psicodélico durante algo más de cuarenta minutos. Cabe mencionar que Liam ha construido una carrera musical independiente, destacándose en la escena alternativa y experimental, combinando riffs de guitarras muy potentes, ritmos algo básicos de batería y su melódica y algo rasgada voz.
Pasaban diez minutos de las nueve de la noche cuando se apagaron las luces del Sant Jordi Club y empezó a sonar una bella y nostálgica melodía de violín. Candil en mano, fueron apareciendo poco a poco todos los músicos e integrantes de la banda neozelandesa hasta la aparición final de Neil quien, después de bromear pidiendo que apagaran las luces de los candiles porque gastan batería, empezó por todo lo alto interpretando su mítico tema “Weather With You” con el que arrancó un concierto que duró algo más de dos horas y cuarto.
Desde el primer acorde, el público se conectó profundamente con la banda. Crowded House continuó con los temas nuevos de su último disco como “Teenage Summer” y “Oh Hi” que en directo adquirieron una intensidad especial gracias a la ejecución precisa y apasionada de cada uno de los miembros. Neil Finn, con su característico carisma y voz inconfundible, parecía revitalizado y profundamente comprometido con los nuevos temas, pero no dejó de lado los clásicos que fueron sonando de manera intercalada a lo largo de todo el repertorio.
El juego de luces y la escenografía, inspirada en los conceptos visuales de “Gravity Stairs”, reforzaron el ambiente onírico y surrealista, generando una atmósfera envolvente y cargada de simbolismo. Finn compartió con el público algunas historias detrás de las nuevas canciones, revelando momentos personales que emocionaron y conectaron aún más con los asistentes.
Hubo una conexión especial entre el público y Neil, quien en todo momento interactuó y bromeó. Destacaron algunos momentos graciosos como el de un avión de papel que llegó al escenario y que el mismo líder de la banda devolvió planeando por encima de las cabezas de las primeras filas, sorprendiendo al mismo Finn quien exclamó “¡Es el mejor avión del año!”. Otro momento destacable, este algo más emotivo, fue cuando, después de interpretar “Sister Madly”, le cantaron el cumpleaños feliz a Elroy Finn, otro de los hijos del líder de la banda y baterista del grupo, al mismo tiempo que le sacaban una tarta para que soplara las velas.
Tras algo más de dos horas de concierto, Crowded House hizo un pequeño parón para recuperar fuerzas y regresar con un bis de cinco temas más donde destacaron “Something So Strong” y el esperado, pero emotivo “Better Be Home Soon” donde todo el público coreó al unísono, cerrando la noche del mismo modo en como se inició, encendiendo los candiles y finalizando la enorme actuación con un cálido sentimiento de nostalgia y satisfacción.
La banda demostró que, a pesar de los años, sigue siendo capaz de conectar con el corazón del público, ofreciéndole un viaje musical que mezcla pasado y presente, combinando la frescura de sus nuevos temas con los grandes éxitos que los convirtieron en leyenda.