Inhaler conquista Barcelona con una noche de indie rock impecable

Barcelona volvió a vibrar al ritmo del mejor indie rock internacional con la esperada actuación de la banda irlandesa Inhaler, quienes han sabido ganarse un hueco en la escena musical europea a base de talento, carisma y una energía contagiosa. El concierto, que tuvo lugar en la mítica Sala Razzmatazz el pasado martes 22 de abril, reunió a una legión de fans entregada, en un ambiente de euforia colectiva y fidelidad total.

Inhaler no es una banda cualquiera, formada en Dublín, está liderada por Elijah Hewson, hijo del legendario líder de la banda U2, Bono, y no hay duda de que ha heredado parte del magnetismo y la potencia vocal de su padre. Sin embargo, el grupo tiene identidad propia, su propuesta sonora combina el espíritu del post-punk revival con melodías indie rock actuales, y este tour europeo, el “Open Wide – European Tour” está sirviendo como escaparate perfecto para mostrar su evolución y madurez artística.

La velada comenzó puntual, a las 19:20, con una gran propuesta llevada a cargo por la banda británica Blossoms. Su estilo mezcla el indie rock con elementos synthpop, influenciado por bandas como The Killers, Artic Monkeys o Depeche Mode. Son conocidos por sus melodías pegadizas, letras introspectivas y una estética nostálgica pero moderna. A lo largo de su carrera han demostrado una notable evolución musical, y su presencia como teloneros de Inhaler en esta gira es una muestra de su consolidación en la escena indie europea. Su actuación fue breve, pero efectiva, preparando el terreno para lo que se vería a continuación.

A las 20:30 en punto, tal y como anunciaba el cartel, los componentes de la banda Inhaler aparecieron encima del escenario. Desde el primer acorde de "Open Wide", tema con el que iniciaron el concierto en Barcelona, el público respondió con entusiasmo y no dejó de corear ni un solo verso durante todo el espectáculo. Elijah, al frente, se convirtió en el alma del concierto: marcando los tiempos, interactuando con su público, guiando a la banda y canalizando las emociones de cada canción con una entrega total.

La escenografía minimalista, marcada por diferentes juegos de luces LED que alternaban entre el azul y el rojo según el tono de cada tema, aportó una atmósfera envolvente sin distracciones innecesarias. La atención estaba en la música y en los músicos, que ofrecieron un show dinámico, sin apenas pausas entre canciones y manteniendo el ritmo como si de una sesión continua se tratara.

El setlist fue generoso y bien equilibrado, con momentos de clímax como "My Honest Face", "Just To Keep You Satisfied" y la vibrante "Your House" como cierre. Uno de los puntos álgidos de la noche fue la interpretación de "IYGBMH", que hizo su debut en esta gira precisamente en Barcelona, provocando una ovación rotunda.

La voz de Elijah, en ocasiones, parecía viajar en el tiempo, evocando los timbres y matices de su padre, lo que añadió una dimensión casi mística para los más nostálgicos del público. Pero el estilo de Inhaler no se limita a la herencia; se siente fresco, decidido y muy propio.

Después de interpretar trece canciones de su amplio repertorio, el grupo hizo una falsa despedida que provocó una mezcla de sorpresa y emoción entre los asistentes. Tras un breve receso para tomar aire, regresaron para cerrar la cálida noche barcelonesa con tres temas a los que les impregnaron mucha fuerza. Durante el concierto, se pudieron ver banderas irlandesas y catalanas ondeando entre el público, una de las cuales terminó en el escenario, colocada con cariño en uno de los laterales, en un gesto que el público celebró con entusiasmo.

Las constantes variaciones de guitarras, la precisión del bajo, el empuje rítmico de la batería y el carisma de Elijah dieron forma a un directo enérgico, pulido y apasionante. Fue un concierto sin artificios, directo al corazón, que demostró por qué Inhaler se está convirtiendo en una de las bandas más relevantes y a tener muy en cuenta dentro del panorama alternativo europeo.

En resumen, la parada barcelonesa de la banda irlandesa en su tour europeo fue un éxito rotundo, con entradas agotadas, un público entregado, y una banda que, con cada concierto, confirma que lo suyo no es flor de un solo día, sino de una carrera muy prometedora y en firme ascenso.