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La noche en el Sant Jordi Club de Barcelona comenzó de manera épica, primero con un pre-calentamiento musical 100% pensado para toda la generación ochentera y noventera seguidora de la banda, sonando por los altavoces temas clásicos de Blink-182, Good Charlote, Green Day o Papa Roach, para justo después apagar las luces y dar una entrada que transportó a su público a galaxias lejanas al son de la intro de la mítica Star Wars. La expectación estaba en su punto más alto cuando, de repente, las luces se encendieron y la banda canadiense Simple Plan apareció en el escenario. "Bona tarda Barcelona, somos Simple Plan", fue el primer saludo del vocalista de la banda Pierre Bouvier. Desde el primer momento, lograron conectar con sus fans y hacerlos parte del show.
El puntapié inicial de su concierto fue con el tema “I'd Do Anything”, que desató la locura entre todos los asistentes, después continuaron con "Shut Up" y "Jump”. "¡Moltes gracies, Barcelona! Vamos de fiesta con Simple Plan esta noche", exclamó Pierre antes de iniciar "Jump", y el público respondió con una euforia desbordante. Durante el cuarto tema "Jet Lag" Pierre invitó a la primera telonera Air Yel a unirse a él en el escenario, ya que el tema originariamente lo canta con Natasha Bedingfield.
Después de presentar a la banda, Pierre preguntó al público si querían escuchar un solo de guitarra, dejándolos boquiabiertos con la habilidad de Jeff Stinco a las cuerdas. Luego continuaron con éxitos como "Promise" o "Welcome to My Life", que hicieron vibrar a todos los presentes.
En la mitad del concierto, Pierre recordaba su visita anterior, hace ya 12 años, y que aprovechaban para ir a la playa, anécdota muy bien enlazada con el siguiente tema, "Summer Paradise", llenando el lugar de confeti y bolas de playa gigantes que revoloteaban entre el público. "Take My Hand" y "Astronaut" mantuvieron viva la intensidad del concierto, a pesar de que era lunes, Pierre comentaba "no me importa que sea lunes, yo quiero fiesta". Y así fue porque luego de eso se desató la locura total cuando subió al escenario una persona disfrazada de Scooby Doo a bailar “What's New Scooby Doo?“.
Antes de los bises cantaron junto con Derek DiScanio de State Champs (una de las bandas teloneras) el tema “Where I belong”. Para la banda, ese instante también fue un buen momento para capturar una imagen del público con una foto para instagram.
La banda, ya en los bises, se sumergió en un emocionante medley de “Crazy / Perfect World / Save You (que no cantaban en directo desde 2014)/ This Song Saved My Life”.
Seguidamente llegó el momentazo de la noche, cuando la nostalgia invadió al Sant Jordi Club en el momento que empezaron a sonar los primeros acordes de "I'm Just a Kid" y Pierre nos recordaba que el tema cuenta con 22 años de existencia, y que “literalmente esta canción no es solo un niño, pero la vida a veces sigue siendo una pesadilla”, recordando el año 2002 cuando lanzaron el tema y el disco que la contiene 'No Pads, No Helmets... Just Balls' (Lava Records), y porqué la gran mayoría de sus fieles oyentes pertenecen a la generación millennial. Se creó además un momento ideal para que el baterista Chuck Comeau se lanzara al público, mientras que Pierre lo reemplazó en la batería.
Continuaron después con "Untitled" y la noche llegó a su punto cúlmine con "Perfect", junto con los agradecimientos de la banda y un Sant Jordi Club iluminado por móviles como luciérnagas, mientras el confeti llovía sobre el público. La despedida fue con un agradecimiento sincero por la entrega del público, cerrando así una noche inolvidable de punk pop canadiense en Barcelona.
Simple Plan demuestra así que, aunque pasen los años, el pop punk no está muerto, y que ellos lo saben sacar a la luz con toda la energía necesaria a pesar del paso de los años.